Se trata de la continuación de una de mis historias, titulada 'No pares.'
Después de su boda Eijiro y Katsuki recuerdan los tiempos vividos en su adolescencia y como llegaron a ser lo que son ahora.
-Estos personajes no me pertenecen.
-La mejor narr...
-Pero, ¿Qué cojones haces aquí? -digo aflojando mi agarre, e incorporándonos.
-Pues nada que pasaba por aquí y bueno... lo he escuchado, lo siento, quiero decir por desgracia mi conducto auditivo estaba en la trayectoria del sonido que salía de tu boca y eso...Si te sirve de consuelo, os shippeo.
-Ashido, vete a tu habitación, mañana hablamos largo y tendido, ¿vale? - digo suspirando.
-Okey, lo siento de nuevo, buenas nochesssss- me dice mientras se despide.
Esto se me está yendo de las manos.
Sin pensarlo más me voy a mi habitación, no paro de pensar que quizás no se lo debería de haber contado aún, que era un mal lugar...está claro que era un mal momento, pero me he dejado llevar por la emoción del momento, no sé qué me pasa, se me da bien controlar mis sentimientos y aún más importante, mis impulsos, últimamente estoy escaso de esos momentos en los que no me dejo llevar, estoy a su merced, de esa sonrisa que me da la vida y que me hace no saber cómo actuar. Siento que he cambiado, mi entorno también lo ha hecho y mis amistades también, antes en mi infancia, nunca tuve un amigo de verdad, tampoco me lo permití...también descargué una absurda ira sobre Izuku, se perpetuó en el tiempo y se convirtió en una bola que me terminó arrollando el primer año que entramos en la misma universidad, el resto de las personas con las que me he cruzado, nunca me han tratado mal ni han sido hostiles, solamente yo...y esos 'amigos', que eran más bien mis secuaces...como se nota que las amistades influyen en las personas.
Hoy día, me queda mucho que mejorar, pero estoy entrando en una etapa de autodescubrimiento que me aterra, me aterra no haber cambiado, me aterra hacerle daño a los demás...lastimar a Kirishima, un ser que solo desprende amor, alegría, voluntad de superación...cuando le miro y veo sus cicatrices solo puedo ver lo mucho que ha trabajado y lo mucho que merece estar aquí, pero en cambio, yo ¿Qué merezco?, al final he sido una carga emocional para los demás, siempre me he creído inteligente por sacar buenas notas pero siempre he dejado de lado lo más importante, ¿Dónde quedo yo? Detrás de todo ese orgullo, ¿Qué soy?
Bakugou, en mi memoria suena mi nombre con esa voz tan reconocible, Bakugou, esa voz que me vuelve loco, Bakugou, esa voz que me susurra las cosas más dulces desde que cierro los ojos hasta que vuelvo a abrirlos, esa voz que me ha hecho descubrir quién soy realmente.
- ¿Bakugou?
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-Dime.
- ¿Qué pasa? Pareces un poco ido.
Kirishima está encima mía, estamos dándonos un poco de cariño labial cuando este me ha detenido, a veces me da coraje que a sus ojos mis emociones se vuelvan transparentes, solo quiero besarme con él y perderme en mis pensamientos, pero parece que él no quiere que piense en nada más que no sea él, que es lo que hago siempre la verdad.
-Nada, solo estoy dándole vueltas a algo...desde que ayer se lo contamos a Deku y Sero, y que además ha descubierto Ashido, hoy no parece que haya habido mucho cambio, pero...no sé, creo que me estoy comiendo la cabeza...-Kirishima besa mi frente.
