Cuando las puertas se abrieron por la ama de llaves, Yoongi le preguntó si ya había llegado su alfa para pasar la noche a solas. Ella respondió que había llegado hace poco y se encontraba tomándose un baño. Le confesó que parecía un poco agitado y que el chofer le advirtió que el aroma del alfa era más fuerte de lo normal. Por suerte, ella era una beta; de lo contrario, estaría tapándose la nariz por el intenso aroma alfa. Yoongi pudo percibir cómo el lugar estaba impregnado del aroma del alfa: tierra mojada y café, sus olores favoritos en comparación con el aroma de su esposo, que le causaba mareos y fatiga. Aunque a veces, en los peores días de su alfa, descubría un aroma intenso que lo hacía sentir débil en su presencia, la mayor parte del tiempo su aroma era suave cuando estaban juntos. En esos días, Yoongi se acurrucaba en el hueco de su cuello para impregnarse de todas esas feromonas. La mezcla de su aroma y el del alfa hacía que su hogar se sintiera más cálido y acogedor para ambos, como cada noche.
Mientras subía las escaleras, Yoongi le comunicó a la ama de llaves que podía retirarse esa noche y que no hacía falta que volviera a trabajar al día siguiente, ya que era fin de semana y quería disfrutarlo a solas con su alfa, ahora que su esposo había comenzado un viaje de negocios de la empresa familiar. Ella asintió y se adentró en la cocina para recoger sus pertenencias.
Las noches eran hermosas con el cielo despejado, las estrellas se notaban al estar lejos de la ciudad y su luz artificial, y la Luna siempre lucía diferente, eso era lo que a Yoongi le encantaba ver: las diferentes posiciones de la Luna cada vez que estaba en la terraza. Admiraba la Luna cada noche que estaba con su alfa, al igual que admiraba la espalda de este con sus tatuajes, que le recordaban a las lunas que veía.
La primera vez que conoció a Jimin, fue como si un cometa resplandeciente hubiera surcado el cielo de su vida, dejando una estela de fascinación y admiración a su paso. No había conocido a un alfa como él en sus veintinueve años de vida. A medida que pasó el tiempo, Yoongi dedujo que Jimin era como la Luna, ya que mientras el sol salía, él tenía que desaparecer de su vida por unas horas hasta que el cielo se oscurecía. La misma Luna que contemplaron juntos en las montañas mientras esperaban la lluvia de estrellas fugaces, cuando ambos estaban solos en busca de amor, porque sintieron que sus vidas eran miserables. Un omega casado con un alfa al que no amaba y un alfa que fue víctima de una infidelidad por parte de un omega que decía amarlo.
A medida que Yoongi avanzaba por el pasillo hacia el dormitorio principal, podía percibir cómo el aroma irresistible de su amado alfa se intensificaba gradualmente, llenando el aire con su embriagador aroma. Cada paso que daba hacia la puerta del baño hacía que su corazón latiera más rápido, anticipando ansiosamente el encuentro con Jimin. El simple pensamiento de su presencia cercana era suficiente para despertar una mezcla de emociones en Yoongi, que iban desde la excitación hasta una sutil sensación de vulnerabilidad.
Con movimientos cuidadosos, empujó ligeramente la puerta entreabierta y sus ojos fueron recibidos por una escena cautivadora: Jimin sumergido en el agua caliente de la bañera. Su cabello oscuro estaba mojado, formando suaves ondas que caían con gracia sobre su frente. La tibia iluminación del baño resaltaba los músculos bien definidos de sus hombros y espalda, dándoles una apariencia de elegancia natural. Pero lo que realmente capturó la atención de Yoongi fueron los tatuajes que adornaban su piel, los cuales parecían cobrar vida bajo el agua, emanando una vibrante intensidad que los hacía aún más cautivadores.
El encuentro de miradas entre Yoongi y Jimin fue un momento de conexión silenciosa pero poderosa. La sonrisa radiante que iluminó el rostro de Jimin al ver a Yoongi transmitía un sinfín de emociones: alegría, deseo y amor. Fue como si en ese instante, el tiempo se detuviera y solo existiera la intensidad de su mirada compartida. Sin necesidad de palabras, Jimin extendió una mano hacia Yoongi, invitándolo a unirse a él en ese santuario de intimidad y afecto.
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Insistencia de un alfa ଓ Jimsu
Fiksi PenggemarAquella noche, mientras Kim ajustaba su corbata, Yoongi se encontraba en la sala de estar, sentado y disfrutando de una copa de vino. Se sentía solo y anhelaba el amor que solía recibir de aquella persona: el cariño, los besos, las caricias, los reg...