Speed of Sound [Guapoduo]

3

Red - Taylor Swift 

Cellbit durmió cómo un bebé esa noche. La cama del caro hotel que Jaiden había conseguido para ellos era el cielo en la tierra y sentía que realmente había recargado las energías para seguir.

Incluso no fue tan molesto cuando fue despertado por una ruidosa llamada a su teléfono. Una llamada de Baghera, por supuesto.

—Cell, necesito que te bañes. Voy a dejarte un cambio de ropa afuera de nuevo y vas a bajar a la recepción cuando termines.

La mente dormida de Cellbit tardó unos segundos en comprender tantas órdenes, pero al hacerlo simplemente hizo un suave sonido afirmativo.

—Okay... —bostezó deteniendo sus palabras—. ¿Puedo pedir algo para desayunar?

—No, vas a desayunar fuera, con Roier. Necesitamos más fotos de paparazzi y Jaiden y yo queremos darles un pequeño descanso —dijo en un tono bastante genuino—. Así puedes salir rápido, volamos a Barcelona y puedes hacer lo que necesites.

Talló sus ojos con cansancio, soltando otro bostezo mientras se sentaba en la cama. Deseaba dormir más, pero sabía que Baghera lo arrastraría en pijama hasta el desayuno si era necesario. Prefería ahorrarse la vergüenza.

—Está bien. Voy a bañarme.

—Vale. Te quiero, Cell.

—Yo a ti.

Colgaron y le tomó a Cellbit unos segundos el ponerse de pie para dirigirse al baño y tomar su bien merecida ducha. Estaba algo tenso y se sintió refrescado con el agua. Incluso puso algo de música y se tomó su tiempo ahí dentro.

Salió sin muchas preocupaciones, sacando su cabello con la toalla y notando la ropa que Baghera había preparado para él. Se cambió a él y usó la secadora de cabello de la habitación para peinarse correctamente.

Solía ser llamado vanidoso por sus compañeros, y aunque siempre lo negaba, por dentro sabía que era verdad. Era jodidamente vanidoso y le encantaba cuidar su apariencia. En especial su cabello.

Recibió un par de mensajes más de su manager que le dejaron saber que lo estaban esperando y debía bajar de inmediato. Guardó su celular en el bolsillo de su pantalón y salió básicamente corriendo de la habitación para poder bajar.

En la recepción pudo divisar a Roier y a Baghera charlando mientras Jaiden hablaba con alguien que parecía ser de seguridad. Roier fue el primero en notar su presencia y lo saludó con un movimiento de mano entusiasta.

—¡Cellbit! Le estaba diciendo a Baghera sobre un restaurante que conozco que creo que te va a encantar —le informó para ponerse de pie inmediatamente después.

Tenía sentido, después de todo solo lo estaban esperando a él.

—No soy de despreciar la comida. Estoy seguro de que me gustará.

El cantante se vio feliz con ello y solo dejó de mirar a Cellbit cuando la puertas se abrieron para que salieran. Por suerte, esta vez sin personas afuera que molestaran su paz.

Todos llegaron al restaurante en el mismo auto, aunque los únicos en bajar fueron Roier y Cellbit.

—Solo hablen, ¿sí? Pidan lo que quieran, hablen de lo que sea. Informamos a los paparazzi y no tardarán en llegar —les informó Jaiden.

Ambos asintieron casi al mismo tiempo.

—Suerte —les dijo Baghera, cerrando la puerta del auto y dejándolos solos por completo afuera del restaurante.