Capítulo 2

130 11 4
                                    

Después de su primer fatídico día de tutor Daniel se encontraba en su casa pensando que hacer.

Había llamado al Sr. Nakano para que le diera el número de teléfono del otro tutor, de Futaro vaya. En media conversación consideró seriamente el decirles que sus hijas lo habían drogado, pero descartó esa idea ya que podría pedir análisis y pruebas, después de todo solo había pasado un día desde eso. Y no estaba dispuesto a poner su segundo cuerpo en manos de un médico.

Dia Sábado temprano por la mañana Daniel había llamado a Futaro para acordar que harían al respecto con las chicas y decidieron ir hoy a su casa nuevamente con la esperanza de tener un día de estudio tranquilo.

Los fines de semana los usaba regularmente para salir con sus amigos o enfrentar los problemas en los que se vea envuelto pero ahora tenía que lidiar con cinco chicas...todo sea por el dinero.

Poco después se vistió con ropa cómoda y se fue directo a la casa de las Nakano. En el camino iba pensando sobre qué hacer ya que no había preparado nada con respecto a sus clases. Futaro le había comentado que él llevaba una prueba para las pelirrojas con la que evaluarán sus capacidades.

Quizá no es buen plan dejarle todo el trabajo a ese chico pero él tampoco sabía que hacer así que de momento se iba apoyar en él. Mientras se acercaba al edificio pudo ver a la recepcionista de ayer. Ella también lo alcanzó a ver y rápidamente se dirigió a él con una sonrisa.

—Buenas días —dijo con amabilidad

Sin embrago...

—... Sí, hola.

Daniel pasó de largo de la chica. Él recordaba muy bien lo que pasó ayer. Si bien era algo que le pasaba regularmente no era como si a él no le afectase. Así que solo siguió adelante y la chica lo miró raro, quizá estaba teniendo un mal día pero no importaba porque era lindo, habrá pensado la chica.

Una vez llego al apartamento de las chicas tocó el timbre.

Ding Dong

"Debes estar tranquilo ayer fue un mal comienzo pero está vez todo irá mejor...espero"—pensó Daniel

La puerta se abrió y quién lo hizo fue una Nino vestida con ropas que no se usan para estar en casa. Estaba vestida como si fuera a salir. Esto se le hizo extraño a Daniel.

—Buenos d-días ¿Me recuerdan? Vine ayer para darles tutoría p-pero tuve que irme...—Decía cualquier cosa Daniel.

Sep, los nervios aún están presentes.

—C-claro que sí, pasa adelante —dijo Nino nerviosa

Daniel solo siguió su camino llegando a la sala de estar donde se encontraban todas las hermanas y Futaro que ya había repartido una hoja de trabajo.

—Justo a tiempo, estaba por hacerles una hoja de trabajo —comentó el Frutas

Una idea se le vino a la mente a Daniel así que ignorando la incomodidad anterior dijo:

—Bien, entonces ¿que tal si hacemos esto? Ya que soy un año menor que ustedes también haré la prueba para demostrarles si soy capaz o no de enseñarles...no se preocupen no tengo ni idea de lo que viene en esta hoja—propuso Daniel con una sonrisa.

Las chicas asintieron y Futaro también. Era sensato de su parte querer demostrarles que está aquí para trabajar de verdad. Además de valorar su nivel.

Sin embargo antes de empezar Itsuki se puso de pie y se dirigió hacia Futaro

—Solo debemos pasar la prueba ¿verdad? Si nosotros lo respondemos no tendremos que volver a verte —dijo con contundencia.

Un Tutor DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora