15; got it.

11.5K 437 376
                                    

►idea original de: VirasteYSeFueElBarco
sexo suave/por venganza.
►ambientado en tortillaland.

spreen estaba feliz.

mientras observaba aquella enorme máquina fabricar kilos y kilos que aquel polvo blanco que significaba su mayor sustento monetario, él estaba pensando cosas increíbles y era feliz.

adoraba joder al profeta. aquel que no lo dejaba en paz y que lo insultaba cada que podía. aquella rivalidad sinsentido que tenía con ese hombre, pero que era su motor en el día a día, para seguir su exitoso negocio y así, restregárselo en la cara a ese hijo de puta... dios, spreen amaba ser un narcotraficante.

él suspiró. aunque estaba feliz jodiéndole la vida al profeta, la cosa se había vuelto un poco... aburrida. spreen ya no encontraba qué más hacer para acabar con todo rápidamente y finalmente hundir al profeta de una vez por todas. era divertido y él amaba arruinar su vida de cualquier forma posible, pero ciertamente, le estaba empezando a cansar ese juego que parecía de niños. quería, finalmente, hacer algo que el profeta no soportaría y lo dejaría en paz, sin más.

él suspiró. tenía que pensarla bien.

dando un corto aplauso, él dio la vuelta y se dirigió a la iglesia cuando escuchó las campanas sonar. aunque él odiaba asistir a la iglesia y verle la cara a ese hombre, no quería ser enviado a la lava. le parecía suficiente aquella pila inmensas de cosas que perdió gracias a sus inasistencias, que no quería arriesgarse a seguir sufriendo de esa manera. y, también, no quería darle el gusto al profeta de enviarlo a la lava.

corriendo lo más rápido que podía, cruzó el portal y llegó a la iglesia, calmando su paso cuando estaba en la puerta para adentrarse pasivamente, sin llamar mucho la atención. oh, bueno, eso intentó.

ㅡ¡eh, wacho! ¿qué tal, spreen? ¿cómo te va en tu pollería? ㅡ

spreen volteó, encontrando a su colega, mariana. mariana era su antiguo trabajador, pero por situaciones personales el hombre decidió renunciar a su puesto y cedérselo a alguien más que tuviera más disposición y tiempo. spreen no tenía nada en contra de él, de hecho, lo consideraba un buen amigo.

ㅡ¿qué onda, mariana? todo bien, wacho. todo tranqui por acá. ¿vos, qué onda, todo piola? ㅡ

spreen asintió cuando mariana movió su cabeza de arriba hacia abajo, respondiendo su pregunta. spreen, entonces, se sentó. era la segunda banca del lado derecho, donde él usualmente se sentaba para así bardear al profeta mientras este da su famosa cátedra. bueno, a spreen eso le chupaba un huevo, realmente.

él miró al profeta. este estaba serio, manteniendo su mirada fija en él. spreen sonrió ladino, con aires de superioridad escapándose por sus poros. rió bajito cuando miró al profeta hacer una mueca con sus labios y apartar la mirada rápidamente. maldito viejo.

spreen, sin embargo, se vio atraído por algo más. alguien estaba parado al lado del profeta, con un traje idéntico y un bastón como el que este tenía, sólo que un poco más pequeño. spreen frunció el ceño. ¿juan? ¿qué mierdas hacía juan ahí?

ㅡ¡ché, juan! ¿qué hacés ahí? ㅡ

spreen estaba confundido. aunque él no tenía demasiada comunicación con juan como para saber qué tramaban esos dos, no podía comprender por qué este estaba a su lado, sonriente y vestido de la misma forma. ¿juan había perdido la cabeza o simplemente era estúpido?

ㅡoh, claro, tú te perdiste todo... ㅡspreen frunció el ceño. ¿él se perdió de qué? ㅡprofeta es mi papá. ㅡ

y fue entonces cuando spreen percibió cómo su funcionamiento cerebral detenía cualquier tipo de trabajo que realizaba.

✧│shtup🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora