Palabras y promesas no dichas

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Me duele el corazón y me he quedado sin aire en los pulmones de tanto suspirar, me confundes, tu y tus señales que sin querer haz de darme, aveces siento que realmente te gusto, no te preocupes por eso, mi cabeza asume tu respuesta a esa confesión no dicha que me pesa en el pecho y el cuerpo, a veces mi cabeza de verdad me hace creer que hay señales donde no las hay ni alguna vez las habrá y entonces, pienso en decirlo en que no pierdo ni gano nada, y de un momento a otro mi ansiedad habla y toda ilusión se derrumba, mi vista se nubla y mi boca se seca ¿Y si...te alejas? ¿De verdad esto vale más que tu amistad? Y mejor callo, callo todo aquello que no quiero ni puedo mencionar, lo guardo en mis escritos y su inmortal memoria que me permiten guardar y encerrar con llave mis sentimientos porque no hay mejor vía que las palabras para todo encarcelar.
Me he preguntado y torturado incontables veces en tu nombre, y he llegado a la conclusión de que te odio con toda mi sinceridad porque he continuado aquello que ya había dejado de lado, ahora eres dueño de mis insomnios, le he puesto tu nombre al cielo, ahora sonrió a la pantalla hasta que me duelen los cachetes cuando tu del otro lado puedo apostar que ni un amago de sonrisa aparece en tu bonitos labios, y es tan triste mi situación que tengo ganas de llorar por tu insensibilidad de enamorarme sin considerar que podria llegar a hacerlo, aún cuando ni siquiera tu lo intentases y me duele más el no poder culparte ¿por qué no pudiste quedarte como alguien pasajero? Me hubiera gustado más, te aferraste, corrección, te aferre a mi corazón.
Debo admitir que hoy es solo una triste tarde, una mala, porque he tenido mejores donde mi corazón no aclama tu lejana presencia aunque sea para admirar tu semblante.
Hoy he querido llorar, gritar y correr a abrazarte y escucharte hablar, hoy haz nombrado a un álbum entero con tu nombre, como si todas las canciones estuvieran escritas a ti y solamente a ti, hoy he querido recargarme en tu hombro y deshacerme, detener el tiempo ahí y no dejar que avance, dejar la eternidad en el viento y he soñado de nuevo.
Te adueñaste de mis sueños despierta y no sabes cuanto odio soñar contigo y querer que me quieras. He imaginado escenarios y creo fielmente en que hay miles de universos donde pasa lo que pienso simultáneamente y como quisiera que este no fuera este universo, como quisiera ser yo el puñal molesto en tu pecho, quisiera que en este estemos enamorados los dos, quisiera que yo no fuera la enamorada o que en todo caso tu también lo estuvieras, pero eso no puedo saberlo porque no me atrevo a decirlo para descubrirlo, y con este escrito, con estas palabras que no leerás y las palabras que sin pronunciar en mi cabeza habitan, te pido que me des una señal para hablar, para no callar, para que no me duela o si por el contrario debo callar y con una promesa en el aire suelta para que llegué a tu cabeza, debo prometer no decirlo jamás, esta duda enterrar, el sentimiento matar y mis miedos desterrar, a mi corazón evitar, dejar la herida abrir, sangrar, el duelo vivir y dejar todo, tal y como esta.
Mientras tanto, ante tu falta de señales me quedaré con la tortura y el sufrimiento en el pecho enterrado, con la duda constante en la cabeza y las lágrimas en los ojos estancadas mientras disimulo que no me duelen tus ojos en los míos reflejados.

mi loco MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora