IX. Muerdame porfavor

9.8K 721 82
                                    

El primer trago de sangre corrió por su garganta electrizando su interior, cerró los ojos disfrutando de la sensación y la besó con pasión, tomando sus labios como si estos fueran una jugosa fruta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El primer trago de sangre corrió por su garganta electrizando su interior, cerró los ojos disfrutando de la sensación y la besó con pasión, tomando sus labios como si estos fueran una jugosa fruta. Se estremeció haciendo que se encendiera furiosa por acercarse más a élla.

Una de las características de su naturaleza inhumana era ser muy atractivas a la vista y poder enloquecer de placer a su pareja, su saliva tenía un fuerte afrodisiaco que hacían que su amante se perdiera en el placer mientras que su cuerpo era envuelto en la agonía de placer extremo.

Era una opción que élla poco utilizó, pues jamás se permitió sentir algo por algún humano, hacerlo así se le hacía demasiado morboso sin un lazo más allá, tomar sangre por necesidad más no por gusto ese siempre había sido su lema.

Pero con Armstrong en sus brazos era totalmente distinto, lo que estaba despertando en élla era algo totalmente desconocido y le gustaba, lamió la comisuras de sus labios sanando la herida que había echo en élla y se separó, élla ronroneaba, de manera distinta que antes, algo más ronca y bajita, podía sentirla vibrar bajo su tacto.

Cerró los ojos cuando su cuerpo recibió el segundo trago de sangre de manera gloriosa, su cuerpo se estabilizó, la fuerza dejó de golpear en sus extremidades, su vista volvió a la normalidad.

No quería alejarla tan rápido y espantarla, así que solo tomo su mano y la besó.

Acarició su mejilla mientras que en su paladar estaba su esencia a ¿vainilla? Recorrió con su nariz la curva de su cuello y besó la cicatriz en su cuello, con su lengua saboreó su piel, ella ronroneo provenía de allí dentro.

- Aaahhhgg

Nada le apetecía más que perderse en su cuerpo y lo haría pero aún era pronto, maldición es que estaba allí tan exquisitamente excitada que casi no estaba razonando, no pensaba en todo lo que implicaba satisfacer a esa hermosa omega.

- Freen... ¿por que se detiene?

Besó sus labios una vez más, alentándose a ser fuerte, después se alejó tratando de controlar su respiración.

Pero eso no era lo que necesitaba, Armstrong que se acercó de nuevo, tomó su rostro y la besó apasionadamente, Freen gimio profundo cuando sintió sus labios hambrientos, no pudo más que acomodar sus caderas dejando más su erección firme para que élla pudiera sobarse en ella con movimientos ondulatorio de sus caderas. Enseñandole que ella también estaba tan erotizada, por ella, por su cuerpo y su sangre. Élla gimió en su boca y mordió su labio inferior.

- Muerdame... me gusta... muerdame por favor

El maldito infierno la esperaba si cedía a sus bajos instintos... ella no se merecía que sucediera de esta manera tan abrupta.

- Becky... espera...

- ¿Que? No, no quiero esperar...

De nuevo la besó exigiendo que acabara con su agonía, se permitió disfrutar un poco de su sensualidad, de sus sentidos dopados. Acarició su colita suave que estaba escondida en su espalda, élla se retorcía bajo su toque, exigiendo más y más, sabia que en ella podía encontrar el más delicioso gozo a su anhelante necesidad.

Magic Blood || FreenbeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora