Han pasado 11 años desde la ultima vez que vi a Anya. Actualmente tengo 17 años, sigo estudiando en la Academia Eden y soy un escolar imperial. Sigo teniendo los mismos amigos excepto que se unió Becky a nosotros porque es la actual novia de Ewen. Sigo sin saber nada de Anya, busqué por todas las redes sociales y no hay rastro de ella, es como si hubiera desaparecido del mundo. No hablo de Anya delante de nadie, pero presiento que Becky esta en contacto con ella. Lo unico que me enteré fue que se mudo a Westails y le va bien, me gustaría ver como es ahora que ha crecido.
Me levanté por culpa del molesto despertador. Estaba muy cansado, no tenia ganas de nada, sinceramente ya no es lo mismo, antes en clases te divertías y ahora es un aburrimiento. Me dirigí al baño y me di una ducha fría y rápidamente me puse el uniforme. Llegue a clase puntual, como siempre, me senté en mi pupitre mirando hacia la ventana que se podía ver el hermoso cerezo rosado, hasta que me interrumpió la campana mientras el maestro entraba por la puerta.
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(Imaginen que es imperial) Autor : m_nmy01 en twt.
Cuando estaba en medio de la clase no me concentraba, solo pensaba en que quería entrar a mi limusina y irme de aquí cuanto antes.
Terminan las clases y estoy afuera de la academia esperando a mi chófer. Este llega y me subo en la parte trasera al lado de la ventana. Me puse mis auriculares para escuchar musica mientras miro hacia la ventana, pero justo el coche se paro en un cruce. Yo seguía mirando a la ventana, estaba aburrido, no había nada interesante realmente. Veía a familias "normales" a las cuales desearía pertenecer, lo cual nunca sucederá y maldigo eso. Antes de llegar a casa, paramos en una costurera para que arregle a mi medida mi traje de graduación, ya que en unos meses me graduaré de Edén.
— Si desea, puede quedarse en el auto hasta que venga — Dijo mi chófer y yo negué.
— Prefiero acompañarte — Conteste cortante.
Entramos a la tienda y nos atendió una mujer muy amable, me senté hasta que me llamara para tomar mis medidas. En ese instante entro alguien mas allí.
— Que bueno verte de nuevo Anya, has crecido mucho desde la ultima vez que te vi y estas muy hermosa igual que tu madre — Llegue a escuchar y voltee al escuchar ese nombre.
— Muchas gracias, es usted muy amable — Ella sonrió.
No podía creerlo, estaba enfrente de mis ojos, la chica que estaba en mi mente todo el día y las noches. No me salían las palabras de la boca de solo ver su bello rostro. Se veía tan delicada y hermosa que no hay palabras para explicarlo. Definitivamente yo quería que esa mujer fuera mi esposa, la madre mis hijos.
— Bueno, ¿que desea? — dijo la dependienta.
— Querría ajustar este vestido de mi madre a mi medida —Respondió sin quitarle la mirada a la mujer.
— Enseguida te atenderán, puede sentarse — Anya miro hacia donde yo estaba y la dependienta me llamó. Nos quedamos mirando sin decir nada hasta que pase por su lado, ¡¡OLÍA TAN BIEN!!.
Cuando termino de tomar mis medidas volví al mostrador, y mirando hacia los lados vi que ya se había ido. No sabia cuando volvería a verla otra vez ni donde pero, ¿ Qué hacia ella aquí después de tantos años? ¿Y si tal vez se quedara aquí a vivir?Estaba confundido.
