Después de la excursión que tuvieron el martes hasta el miércoles, Anya estaba muerta del cansancio y no quería levantarse, pero hoy había clase y no tuvo mas remedio. Se vistió rápidamente y salió a desayunar, su padre Loid ya estaba en la mesa esperando para comer mientras que Yor intentaba hacer lo mejor que podía en la cocina.
— El desayuno esta listo — dijo Yor con una sonrisa y esta les sirvió el desayuno.
— Gracias Yor, está delicioso — respondió mientras probaba la comida.
— ¡Mami cocina ricoo! — Anya daba saltitos de alegría.
— Gracias cariño, ya te prepare la comida para la academia, que no se te olvide — Recién había terminado de desayunar y Anya cogió rápido sus cosas y se dirigió a la parada de autobús con Loid.
— Que tengas un buen día Anya — le dio un beso en la frente
— Chi, adiós papi — Se despidió y subió al autobús. Durante el trayecto se durmió pero esta se despertó cuando llegó a la academia. Bajo del autobús y se encontró a su querida amiga Becky.
— Buenos días Anya, te ves un poco cansada — Se le podía ver en su cara el cansancio.
— chi — dijo con los ojos cerrados, pero de repente alguien pasó al lado suya.
— ¡Segundo! Y sus lacayos — dijo en voz baja — Buenos días menor — esta sonrío lo cual provocase un leve sonrojo de parte del peliverde.
— Buenos días enana — este miraba hacia otro lado.
— Anya quiere que la lleves en tu espalda como el otro día — Al escuchar esto Damian se giro hacia ella.
*A caso le gustó eso? La verdad a mi también pero no lo voy a admitir*
— ¡NO TE VOY A TOCAR SUCIA PLEBEYA! ¿¡QUIEN TE CREES FEA!? — Estaba muy sonrojado y enojado.
— Jefe su cara esta roja — interrumpió Ewen y Becky al escuchar esto soltó una risita.
— ¡¡ ES LA IRA !! — mintió. — No tengo tiempo para tus tonterías, vámonos — Damian paso de largo.
— uh, si! — dijeron ambos amigos.
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*Segundo es raro* — Pensó Anya.
— ¿Por qué siempre intentas hacerte amigo de Damian, Anya? Es un completo idiota — Preguntó Becky con curiosidad.
— Bueno este...yo... A Anya le gusta menor — Dijo la primera mentira que se le ocurrió.
— ¿¡EN SERIO ANYA!? TRANQUILA AMIGA YO TE AYUDARÉ — Becky se emocionó tanto que le salieron destellos en los ojos.
