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— ¡Que te quedes quieto, hijo de puta!

— ¿Sabes? me agradabas y estaba siendo bueno contigo, pero eso por tu culpa se fue a la mierda —solté el cuchillo y en su lugar agarré una piedra.

Puse la mano del chico firmemente en la mesa para dar golpes a su mano sin piedad alguna con la piedra. Mi propósito era quitar uno de sus dedos. Mientras tanto el chico apretaba sus ojos con lágrimas en sus mejillas y gritaba con cada golpe.

Al lograr mi objetivo, me dirigí a un armario para sacar una preciosa sierra circular y otros de mis "juguetes" como solía llamarlo.

—De verdad, solo quería jugar un rato y matarte rápido, pero me hiciste cambiar de parecer por tus estupideces —dije para después encender la máquina y cortar bruscamente el brazo derecho haciendo que diera otro grito desgarrador lleno de dolor y sufrimiento, el pobre chico lloraba sin parar, sudaba. Estaba desesperado. Sufría.

Eso hizo que me emocionara aún más.

Después de ello proseguí desmembrando al chico mientras disfrutaba cada grito, jadeo y súplica que me daba para que detuviera y lo matará de una vez por todas.

Y aunque pronto iba a morir de una hemorragia, por las grandes cantidades de sangre que derramaba, yo no quería darle el placer de una muerte rápida. Quería que la diversión continuará.

O por lo menos para mí.

Solté la sierra y agarré un cuchillo para clavárselo en el ojo, creando una herida profunda.

Quité el cuchillo bruscamente del ojo para extender su mano y agarrar un brillante alambre de metal. Me posicioné detrás de él, para luego ponerle el alambre alrededor de su cuello, y empezar a jalar con fuerza.

Empecé a dar unas cuantas carcajadas al ver como al chico se le empezaron a poner los ojos blancos.

Y otra vez mi trabajo había concluido.

Vi orgulloso la cabeza del chico separada de su cuerpo, con sus otras extremidades dispersas por toda la habitación, y por supuesto, las grandes cantidades de sangre por todos lados.

— ¡Jeongin! Hace tiempo no venías, te veo más grande que antes, ¿Cómo has estado? —preguntó un compañero de mi tío sonriente y con una taza de café en su mano derecha.

Cómo Jeongin y su tío acordaron en la llamada, Jeongin ayudaría a Chan con el caso. Era temprano y ya se encontraban en la comisaría.

—Yo me encuentro bien, señor Seo. He estado muy ocupado por la universidad, disculpe —respondió algo distraído y metido en sus pensamientos, por la falta de sueño de la noche anterior.

— ¿Enserio te encuentras bien?, Te noto algo perdido —dijo Changbin sacándome completamente de mi pequeño trance.

Antes de poder responder, fue interrumpido por uno de los trabajadores del lugar.

—Señor Bang, ya están los informes de los forenses —dijo Seungmin sosteniendo unos papeles en sus manos.

—Bien, vamos enseguida —dijo asintiendo—. Mejor apresurémonos, tenemos trabajo que hacer, Jeong.

«Al analizar el cuerpo inerte y las marcas que se evidenciadas, específicamente en la parte cercana a la laringe, se deduce que el sujeto fue decapitado por un alambre corto punzante, con la suposición de que el objeto tuviera una especie de púas alrededor de este, debido a las marcas que se encontraron al rededor del cuello.

Con respecto al desmembramiento de cada una de las extremidades del cuerpo, se especula que fue realizado por una máquina con la fuerza capaz de poder cortar fácilmente objetos de gran tamaño y solidez. Dando paso a la conclusión, que según las hipótesis creadas por cada unidad del cuerpo forense, que dicho desmembramiento, fue ejecutado por una sierra de tipo circular.» —Fulminó Seungmin—. Y este es el informe del cuerpo recientemente encontrado —pasó la página y busco el nombre de la víctima— se logró identificar como Han Jisung, un chico de 22 años.

Después de haber escuchado atentamente cada palabra dicha en aquel informe, Jeongin volteó a ver a cada persona que se encontraba en aquel lugar, y pudo ver en sus caras el horror y el asco que les dejo dichas descripciones, incluyéndose.

Sinceramente es impactante ver como un ser humano es capaz de cometer tales atrocidades atentando contra la vida de un ser semejante a él, de forma tan cruel, cruda y grotesca.

Ahora, definitivamente, necesitaba enfocarse en esto. No permitiría que esto quede impune, ese pobre chico no merecía morir de esa manera.

Nadie lo merece, realmente.

Hay que atrapar rápidamente al culpable antes que cobre otra vida inocente. Personas como esas no merecen estar libremente, como si nada.

Al parecer, este tipo, es experto a lo que se dedica. No sé encontró ninguna huella o pista para seguirle el rato, o por lo menos por ahora.

—Yo me ocuparé de esto.

— ¿Estás seguro?

—Sí, lo estoy. Me interesa bastante resolverlo. No será fácil. Pero, aun así, lo resolveré. Ten eso por seguro, pero no lo haré solo.

 Ten eso por seguro, pero no lo haré solo

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14/06/23

𝐂𝐇𝐀𝐍𝐆𝐄 ─𝐈.𝐍.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora