1‐ Yo amo a mi hermano

265 11 6
                                    

Narrador omnisciente:
El amor, para nuestra castaña protagonista siempre le ha sido difícil definirlo, o almenos en su caso, así que dejemos que el pasado nos lo diga.

—Lori, Leni y Luna, vengan a ver a su nueva hermana, Luan —dice la mamá de los louds cargando a una bebé de cabello marrón.

—Mucho gusto, nueva hermana —una Leni de dos años contenta con una nueva amiga para jugar.

Los padres Loud de momento viven en una humilde casa, de una sola planta. Apenas con las habitaciones suficientes para las cuatro hijas que tienen. Como sigan teniendo más criaturas, se verán obligados a mudarse.

—Nuestra pequeña se ve que será muy risueña en unos años —el señor Lynn se muestra feliz de su familia—. Voy a ir a la cocina, prepararé la cena de hoy.

—Bien, me quedaré cuidando a las niñas. ¡Luna deja ese tablón suelto de la pared, no es un juguete!

Una Lori de tres años admira su más recién hermana, pues al igual que Luna es castaña, ¿sus próximas hermanas también serán así? También pensó en jugar con ella, pero apenas lo intentó con un carrito de color rosa, y como todo bebé, se lo metió a la boca. Como efecto, a Lori le disgustó y se lo sacó de la boca, y como causa, Luan intentó recuperarlo, Lori no se lo quería volver a dar, entonces la pequeña llora.

—Lori dale ese carrito a tu hermana, tú tienes muchos más juguetes.

—Mamá, pero si se lo doy, lo comerá.

—Entonces dale otro juguete, uno más grande de lo que la boca de Luan le permita. Y tú Luna, tienes el tambor que tu padre te compró. Te daré de comer, quizás eso te distraiga. ¿Y Leni?

La pequeña Leni fue caminando hasta la cocina, Lynn la vio y la regresó a la sala de la casa, a un lado de Luan, quien solo miraba a la gente a su alrededor.

—Juega con ella, Leni, será divertido —dice para de inmediato regresar a la cocina.

Sí, los señores Loud algo cansados de tener que pagar por mucho, pero con el nuevo empleo de Lynn, cocinero en un restaurante se espera mucho.

Cuando se volvió noticia de que Lynn Jr nacería, Rita se quedó días en el hospital de Royal Woods, y la responsabilidad de cuidar de las niñas recae en Lynn, claro mencionando que Lori le ayuda con lo que puede. Al menos pidió días ausentes en su trabajo. Pero necesitarían una casa un poco más grande.

—Bien, este nuevo hogar es provisional, hasta que ahorremos para una nueva hacienda.

—Lori está a dos años de ir a la escuela primaria, tenemos mucho que pagar, no solo en este año, amor.

—Todo saldrás bien, ya veremos en el próximo año.

—Papá, Lynn huele mal, viene de su pañal —Lori se los hizo saber a sus padres.

—Yo me encargó, ¿cómo le haremos con otra hija?

—Si seguimos en esta situación económica, habrá esperanzas. Las posibilidades negativas no las veo. ¿Y cómo te va con el empleo de asistente dental?

—La próxima semana me confirman si fui o no aceptada para el trabajo. Esperemos que sí.

—Seremos optimistas, y confiaremos, ¿verdad, amor? —tras su pregunta, Rita solo puede estar de acuerdo —. Veremos como nos trata la vida en el siguiente año.

Los señores Loud parecían perder la cabeza, casi dos años después cuando todo iba relativamente bien, sin previo aviso se vinieron muchas sorpresas más. Pese a su situación económica, los padres se fueron de vacaciones a una playa, durante el sexto embarazo. El señor Lynn entró en pánico cuando su mujer se enfermó. Tuvieron la fortuna de que allí hubiera un hospital, el cual tiene la característica de vender frutas saludables a la gente. Lynn Padre pagó mucho por un fruto en particular, tenía muy buen aspecto. Rita la engulló. De inmediato se sintió sana, tuvo un muy buen presentimiento del nuevo bebé.

Amor DonosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora