Mi amor oculto

Prólogo

- ¡Mami no quiero ir a la escuella!-me quejo abrazándome a su pierna.

- Es escuela, no escuella-me corrige.

- Es lo mismo-digo poniendo mi mejor carita convencedora.

Me ignora.

-No puedo llevarte al trabajo Skariet,tienes que estudiar. Vamos, apenas tienes cinco años, lo que te dan es fácil comparado con lo que te darán cuándo tengas dieciséis -me responde.

-¿Qué me darán cuándo temga dieciséis ?- esa es una palabra estralla para mí.

-Cosas que ahora no te dan. Ahora, sueltame la pierna que tú maestra te está esperando.

-¡Pedo yo me quiero queda contigo mami!-grito.

Me quita de su pierna.

-Cariño, mami tiene que ir a trabajar y ahora que papi no está, necesitamos más dinero que antes.

-Y ¿Por qué papi se fue? -la miro a los ojos.

Mira hacia otro lado.

-Te lo diré cuando tenga dieciséis- me da un beshito en la mejilla me deja en el suedo.

-Pero...-.

-Ya lo dije, cuando tengas dieciséis . Ahora dile chao a mamá y ve a donde tú maestra. Anda, seguro ha4ras muuchos amigos- me dice haciéndome cosquillas.

Me río.

-Está bien mami,chau-la abrazo. -Te quiedo mami-.

-Yo igual cariño, chao-.

Me voy a donde mi maestra y veo a mama irse .

*** ***

Estoy en receso.

Me encuentro sola comiéndome la manzana que mami me metió en la lonchera ésta mañana.

Me quedo pensando.

Mami dijo que seguro haría muchos amigos, pero no he hecho ni uno.

Frunzo el ceño.

Niños raros que no me hablan, seguro están celosos de mí.

Paseo la mirada por el parque, no veo nada interesante.

Hasta que mi vista se fija en un niño rubio sólo sentado en el piso .

Tal vez él quiera ser mi amigo.

Sonrío y camino hacia él.

De repente alza la cabeza y me ve.

-Hola, soy Skariet y ¿tú?-le ofrezco mi mano. No me responde.

Tal vez no me escuchó.

- Hola, soy Skariet y ¿tú?-casi le grito.

Se sobresalta ,se levanta y se va.

Seguramente quiere estar sólo.

Lo dejo en paz y vuelvo a donde estaba antes.

Seguramente mañana no querrá estar solo y si me hablará.

Sonrío y le doy un mordico a la manzana.

Lo hará.

Al dia siguiente...

Estoy en receso y vuelvo a ver al niño rubio otra vez.

Esta vez sí me hablará.

-Hola.

No responde.