Ariana estaba de nuevo en pie, disfrutando de la naturaleza. Aún sus recuerdos no habían vuelto del todo. Las imágenes iban y venían junto con sensaciones extrañas.
De a ratos creía recordar a su amado David, a Lady Huntington, su supuesta madre, y a un espantoso hechicero.
A su padre sí lo recordaba, un vikingo horrible que desde niña le hizo sentir despreciada. Jamás le dio amor o la miró con afecto. Esas sensaciones se encontraban intactas adentro de su ser. Lo demás era vago y confuso, y sus recuerdos se entremezclaban con los de Cielandar.
Éryndor debía explicarle cuales eran sus verdaderos recuerdos, y separarlos de los recuerdos de la elfa.
Viendo que no lo lograba, decidió que solo el gran espíritu podría ayudarla. Tal vez dormir la consciencia de Cielandar, ya que ésta había muerto en realidad y esos recuerdos ya no eran necesarios.
El espíritu del bosque estuvo de acuerdo y ordenó al elfo traerla ante su presencia.
Ariana quedó fascinada cuando le vio, jamás había presenciado algo tan mágico e imponente. Cayó de rodillas sin que nadie se un pidiera, demostrando respeto y humildad.
"Has tenido muchas vidas, Princesa de Laordania, y en todas ellas la humildad ha sido tu don más preciado. Ahora doy fuerza a tu espíritu para que los recuerdos de Cielandar no vuelvan a interferir con los tuyos".
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Barúk y los dragones.
FantasyEL CORAZÓN DEL DRAGÓN es una gema poderosa, capaz de invocar y controlar hasta al más lejano de los dragones. Barúk, un vikingo con ambición de conquista mundial, llegará a las tierras de Laordania para obtenerla. Pero en un giro del destino, su obs...