Arrepentido por no haberle dado apoyo la última vez, Sir Églamor pidió perdón a Ariana. Se había torturado los últimos dieciséis años por no matar a Barúk cuando ella le suplicó hacerlo.
Lord Willburg no pudo resistir y corrió a abrazarla. Lloró en su cadera sin importarle que los otros estuvieran mirando.
El dolor de haberla abandonado a su suerte en el bosque lo había atormentado por años. Ahora al fin podía liberarse de aquella carga.
El abrazo hizo que Ariana comenzara a recordar los días en que había conocido a la orden, y poco a poco fue recobrando sus recuerdos acerca de los que estaban presentes.
Lord Willburg había sido el primero en aceptarla. Era sensible y lograba ver la bondad en los demás. Jamás le importó que fuese hija del salvaje vikingo; confió en ella desde el primer momento.
También fue el primero en sugerir a Lord Clayton que la convirtiera en miembro de la orden, secondado por Connan Mormonth, que era quien más la frecuentaba en el castillo debido que oficiaba como clérigo.
La oposición había venido por parte de Thomas Elroy, el más desconfiado de los caballeros. Andaba con cuidado delante de Ariana y se encargaba de decirles a todos que ella no era digna de confianza. Era tan solo una chiquilla y estaba claro para él que solo le interesaba la orden porque David pertenecía a ella. ¿Qué pasaría si un día dejara de estar interesada en él?
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Barúk y los dragones.
FantasyEL CORAZÓN DEL DRAGÓN es una gema poderosa, capaz de invocar y controlar hasta al más lejano de los dragones. Barúk, un vikingo con ambición de conquista mundial, llegará a las tierras de Laordania para obtenerla. Pero en un giro del destino, su obs...