Después de una larga y ardua travesía, Ariana y la hermandad alcanzaron por fin las montañas sagradas.
El aire del lugar era frío y cortante, pero el corazón de la elfa latía con fuerza y calor. Estaba a punto de cumplir su destino, nerviosa y emocionada de encontrarse cara a cara con el más sabio y antiguo de todos los dragones.
Ella y la hermandad se acercaron con cautela a la entrada de la caverna, una grieta oscura y amenazante en la roca.
Intentaron entrar juntos, pero una especie de campo de fuerza místico los repelió con violencia, lanzándolos al suelo. Solo Ariana permaneció en pie, ilesa e inmune al hechizo.
De inmediato comprendieron que Sir Églamor tenía razón cuando dijo que solo los elegidos y los seres mágicos eran dignos de ver al dragón. Era evidente que éste no permitiría la entrada a cualquiera. Ariana debía entrar sola y sintió un escalofrío de miedo recorrer su espalda.
Sir Églamor se levantó con dificultad y le sonrió con orgullo.
- Adelante, princesa. No tema. El dragón le espera. Nosotros nos quedaremos aquí para vigilar que ningún enemigo se acerque.
Ariana asintió con determinación y se aventuró al interior de la cueva. Era ésta un laberinto de túneles interminables que se bifurcaban y retorcían en todas direcciones.
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Barúk y los dragones.
FantasiEL CORAZÓN DEL DRAGÓN es una gema poderosa, capaz de invocar y controlar hasta al más lejano de los dragones. Barúk, un vikingo con ambición de conquista mundial, llegará a las tierras de Laordania para obtenerla. Pero en un giro del destino, su obs...