Después de la trampa de la boda, Kenneth quedó mal herido y al no soportar todo decidió huir, en busca de su muerte o una pizca de compasión, eso sería lo último que se sabría de el... Eso pensaban todos.
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Se oía los pasos de Kenneth en el pasto, era de noche y se oían suavemente los rugidos de los zombies, el pelirrojo no estaba asustado, estaba triste y enfadado, solo eso había dentro de el, caminaba sin rumbo, sus sollozos ahogados en el dolor que sentía en su mano, pecho, rostro y corazón, tropezó con sus pies haciéndolo caer y que siseara por el dolor de la tierra en sus heridas.
-Mierda... -Murmuro sentandose con cuidado mientras las lágrimas saladas lastimaban su piel, se sentía tan humillado- Mierda... Mierda, mierda, MIERDA -Grito con fuerza lastimando su mano con la tierra
Los sollozos e los insultos caían en oídos sordos, solo animales del bosque oyendo a aquel chico lamentandose, lastimando se, rogando a los Dioses por una muerte.
-MALDITOS -Grito mientras lloraba, su frente en el suelo, sollozando, siendo humillado ante los ojos de la luna- DESGRACIADOS CABRONES
Sentía el sabor salado de sus lágrimas al igual que el amargo sabor del líquido de su nariz, había sido humillado y traicionado, grito con tanta fuerza que sintió sus cuerdas como si fueran a romperse, sus uñas clavándose en la tierra lastimandose.
-Por que? -rogo a la luna- Por que lo hicieron? -alzo su cabeza viendo a la luna, lloriqueando miserablemente- Oh mis Dioses por qué... Por qué son crueles conmigo? Por qué no puedo obtener mi felicidad?
Cerro los ojos mientras lloraba, se sentía tan mal, humillado, adolorido, traicionado, triste, enfadado, miserable y...
...
... Tan idiota.
Su corazón le dolía, su corazón no paraba de llorar e gritar, su pecho doliendo por amor.
Hipo un poco mientras se levantaba con suavidad, se quitó los tacones perfectamente adornados con rubies y esmeraldas, los aventó a un árbol causando que varias de las piedras cayeran por todos lados, sentía la humedad de la tierra entre sus dedos.
-... -Alzo la cabeza viendo a la luna y tomando un gran respiro, exhaló sintiendo sus dientes doler, vio a su vestido blanco, sucio, destruido.
Estaba marcado su vestido por la traición e dolor, sus manos tomaron la falda admirando la hermosa pieza destruida por quemaduras, manchada de sangre y tierra, mordió su labio y arranco parte de la falda, tomo algunas partes empezando a utilizarlas para sus heridas, no podía regresar, no con ellos, no así.
-Supongo que debe ser así -murmuro apretando su venda improvisada en su brazo herido- Solo soy yo aquí... -rio sin gracia dejando caer los demás pedazos de tela- Solo yo...
Tomo un gran respiro antes de exhalar e seguir su camino, a dónde sea, un lugar seguro, lejos, con alguien o que alguien se apiadara de el y le cortará la cabeza.
