Volvio la inspiración y había perdido el archivo pero ESTAMOS DE VUELTA, ando escuchando Epic así que voy WILD-
Los suspiros eran lo que se oía, el temblor del cuerpo era la forma que sabían que estaban vivos aún.El olor de la sangre decorada en el suelo creando el camino a la muerte, las llamas danzando revelando cuerpo y escombros, Ken jadeaba y aclaro su garganta mirando a Arcane.
—Tienes mucha valentía en ponerte frente a mi a pesar de lo que hiciste, traidor –El alzó su espada señalando a Arcane.
Arcane le miraba en silencio, los gritos de la gente, las espadas estaban haciendo ruido mientras esos dos se veían cara a cara en el trono, Ken sostenía la corona con fuerza hasta el punto de lastimarse la mano.
—Donde está mi hermana? –Ken exigió una respuesta.
Arcane con calma se quitó su abrigo dejándolo caer al suelo para tomar su espada, ya algo rota por los ataques.
—Respondeme carajo! –Ken grito con ira, su pelo rojizo moviéndose con el aire.
—Querias una corona, no? –Arcane dijo – Está en tus manos, coronate rey, después de todo estuviste esperando años por el poder...
Ken apretó sus dientes y le miro, sus ojos verdes mostrando desprecio total –Donde está.
—Ella se fue antes del ataque –Arcane dijo
—Dime la verdad –Ken bajo los escalones y Arcane le miro, disfrutando el calor de las llamas de la guerra, los susurros de los muertos.
—Esa es la verdad, ante los ojos de Dioses buenos e traidores –Arcane bajo su espada y sonrió– Ante ojos de traidores, ojos de mujeres, niños y viejos asesinados en tus manos, ante un tribunal de almas, ante la jueza...
Ken tembló de ira y agarró su espada, posicionando su pie detrás para impulsarse.
—Tu tía sabe los pecados que cometiste y ella misma podrá recibirte –Arcane le miro, sus ojos mostrando la frialdad de un amor muerto.
Ken grito al cielo lanzadose, Arcane alzando su espada con rapidez, las dos espadas rompiéndose con una ira, los ojos de Ken mostraban locura y odio, cada uno de sus ataques precisos y crueles.
Kay rezaba en silencio, viendo el humo y la luz de la guerra desde uno de los bosques, ella rezaba por la paz de los guerreros y los crueles.
—Mentiroso! –Ken grita de manera iracunda– Mentiroso! Mentiroso!
La espada se rompía cada vez más, se creía que habría un ganador en el momento de desarmar a uno.
Al menos eso pensaba Ken.
La tierra tembló, Kay se congelo y alzó la vista viendo esa gran nube de humo, está se tapo la boca sintiendo su corazón doler.
El olor de pólvora era asfixiante.
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Screws loose
FantasiDespués de la trampa de la boda, Kenneth quedó mal herido y al no soportar todo decidió huir, en busca de su muerte o una pizca de compasión, eso sería lo último que se sabría de el... Eso pensaban todos.