Destined [Christopher Morgan]

Cap 11

¡La pareja más amada regresó!

Me encojo de hombros ante el título de la sección de chismes del portal de noticias y Christopher acaricia mi pierna mientras teclea en su celular.

Me encuentro sentada en su regazo mientras almorzamos en su oficina. Estuvimos todo el día ocupados con reuniones sobre la campaña y algunas apariciones públicas, lo que llevó a la prensa a subir todo un artículo sobre el hecho de que volvimos a estar juntos.

Ambos estamos muy conscientes de que nuestra larga relación siempre ha sido la comidilla de la prensa, incluso de los soldados, quienes alegan que somos la pareja con más poder en el mundo.

Probablemente lo somos; al final de todo él es el mejor soldado de esta rama judicial, el coronel más joven y yo soy la mejor soldado y la más joven en la división Alpha. Ambos somos personas de mucho poder dentro de nuestra rama judicial, así que si, probablemente somos la pareja más poderosa de toda la FEMF.

—¿Qué lees?—Christopher besa mi hombro y le paso la tablet mostrándole el artículo—. La pareja más amada—se burla y río recostándome en su pecho mientras acaricia mi cintura dejando su celular a un lado

—Es un poco tonto, pero por mi está bien—me encojo de hombros y él bufa subiendo sus besos por mi cuello

—A ti te encanta lo tonto y la cursilería.

—Si, probablemente debí escoger a un novio cursi y no...

—Nadie, Kiara—me interrumpe apretando mi cintura—. Ningún otro, solo yo. Nadie más, ¿Entendido?

—¿Celos?—enarco una ceja y su mano se mueve a mi intimidad haciéndome sonreír—. Un hombre más romántico, detallista...

—¿No te basto yo, Malika?—cuestiona presionando mi clítoris sobre la ropa y un jadeo se me escapa—¿Quieres detalles? ¿Una casa? ¿Un auto? ¿Viajes? ¿Joyas? Dime y te lo doy, pero no serás de nadie más.

—Todo suena bien—me burlo y presiona más sus dedos haciéndome cerrar los ojos—. Soy tuya, juré serlo y siempre lo seré.

—Repítelo—ordena metiendo su mano dentro de mi pantalón y apartando mi ropa interior para rozar mi clítoris con sus dedos

—Soy tuya, Christopher—gimo cuando empieza a mover sus dedos con rapidez y pronto me penetra con ellos arrancándome un sonoro jadeo—. Tuya, solo tuya.

—Mía y solo mía, Malika—sus dientes rozan mi cuello antes de que sus labios se posen sobre mi piel y succione suavemente dejando una marca

—Christopher...—la puerta se abre de golpe y maldigo apartándome de Christopher mientras Gema se congela mirando de él a mi una y otra vez—. Vine a traerte unos documentos

Se acerca al escritorio y deja la carpeta ahí, por lo que Christopher asiente mirándola como si estuviera ansioso por que se vaya.

»Se supone que deberías cuidarlo, no follar con él en la oficina—me mira con reproche y levanto las cejas—. Al menos ten un poco de profesionalismo.

—¿Profesionalismo?—me burlo acercándome a ella y Christopher se pone alerta cuando nota mis intenciones—¿Quieres hablar de profesionalismo, Gema?

—No eres más que una...—la interrumpo rodeando su cuello con mi mano y aprieto atrayéndola a mi cuerpo como si fuera una muñeca de trapo

—¿Una qué?—la reto—, dime, Gema, ¿Una qué?

—Zorra—sisea y sonrío apretando con más fuerza mientras ella jadea en busca de aire

Es una mala decisión de su parte tentarme. Una muy muy mala.