cuatro

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Apartir de esa singular y extraña salida con Hobie se volvieron a encontrar cada día siendo el mayor que muchas veces se acercaba a él para hablar por horas riendo de las cosas que tenían en común o de sus pasatiempos favoritos ganando la curiosidad de la gran mayoría y la molestia del celoso mejor amigo.

Miles que ahora podia considerarse el amigo de su crush habia descubierto que el mayor tenía una banda con los que tocaba cada fin de semana siendo invitado por esté para mostrarle en palabras de Hobie la verdadera música, aceptó encantado de pasar su fin de semana en compañia del mayor decidiendo que le pediría permiso a Peter al ser esté  más permisivo que Miguel.

Al llegar por fin el viernes, día donde  regresaria a casa con sus tíos, Miles se despidió de sus amigos prometiendo mandarles mensaje observando como cada uno partía con sus respectivas familias para dar un largo suspiro, se preparó mentalmente para lo que le diría a Peter siendo esté el que lo recogería de la escuela como de costumbre para comenzar a salir de la escuela con tranquilidad, una vez afuera soltó un gritó de horror al ver que en la entrada  esperándolo recargado en la patrulla de policía se encontraba Miguel, regresó sus pasos deseando no ser visto por su aterrador tío tropezando en medio de las escaleras al no tener amarradas sus agujetas, escuchó las risas de algunos compañeros avergonzandose de hacer el ridículo enfrente de tanta gente.

Miguel con una mueca de molestia en el rostro se acercó a Miles con grandes pasos sujetandolo de la mochila y arrastrarlo hasta el auto obligandolo a entrar para subir despues él marchandose ambos de la escuela con las risas de fondo.

¿No podías esperar a que fuera a ti Miguel? —murmuro molesto miles frunciendo el ceño de recordar como fue tirado a los asientos traseros del auto con fuerza, acarició sus muñecas tratando de apaciguar el dolor de su anterior caída— Ahora todos pensarán que hice algo malo por como me metiste al auto.

No lo habria hecho si no hubieras querido escapar niño —gruño molestó miguel deteniendo el auto en la señal roja girandose para  observar al otro que miraba sus muñecas con una pequeña mueca de molestia— Escucha, no quise hacerte avergonzar pero ya estás grande para querer escapar cuando decido pasar por ti.

¿Porque no vino Peter? —preguntó tratando de cambiar de tema preocupado por su otro tutor— ¿Está enfermo?

Él está bien, está esperándote en casa porque tendremos una visita.

¿Visita? —preguntó confundido tratando de sacarle información a Miguel— ¿Quién es la visita?

Miguel desvio la mirada con una pequeña sonrisa divertida para seguir manejando con tranquilidad escuchando las quejas del más  joven por saber quien era la misteriosa visita.

Al llegar al hogar el primero en bajar fue Miles entrando de un portazo a la casa asustando a Peter que se encontraba en la cocina sacando del horno un bonito pastel de chocolate, Miles sin dudarlo se dirigió a la cocina al sentir el delicioso olor de chocolate en el aire encontrando al mayor con su tipica bata rosada y sus pantuflas de conejito que de niño amaba, le dio un fuerte abrazó escuchando a Peter reír dejando el pastel a un lado para devolverle el abrazó con aún más fuerza.

Miguel que iba entrando a la cocina para saludar a su esposo se encontró con la tierna escena sacandole una pequeña sonrisa para ayudar a su esposo llevando algunas cosas a la mesa y darles su merecido espacio a ambos al querer hablar sin ser molestados por él.

¿Pasó algo en esta semana que quieras decirme Miles? —preguntó peter por lo bajo para ser escuchado solamente por Miles— Siento que creciste en esta semana que no te vi.

— ¿Como sabes que me paso algo bueno? —preguntó divertido Miles mirando como peter le dedicaba una sonrisa divertida para agitar su cabello despeinandolo— No hagas eso, ya no soy un niño.

Yo jamás dije que fuera algo bueno pero me lo has confirmado ahora —tarareo divertido separandose del menor que le dio una mirada avergonzada— Un pajarito soplón me lo dijo.

Miles lo observó sorprendido para reír porque ya imaginaba quien había sido ese pajarito soplón que tenía una estrecha amistad con Peter considerándolo también su propio tío viniendo a visitar al mayor en compañia de su tía solamente para tomar una taza de Chai los tres juntos.

Avergonzado que su mejor amigo ya hubiera hablado con Peter primero que él prefirió ser sincero y decirle la verdad antes que Miguel decidiera volver conociendo como era esté de intenso e intimidante con cualquiera que se le acercará.

Me gusta un chico —susurró para ser escuchado solo por peter que sonrió grande tratando de no soltar ningún chillido de emoción— Y me invitó a salir mañana para ir con su banda a pasar el rato ¿Puedo ir Peter? Por favor.

¿Tiene banda? —preguntó sorprendido observando a Miles asentir con un fuerte sonrojó en su rostro, soltó una risita divertida para dar una mirada complice a miles— Esta bien, pero no hay que decirle nada de esto  a Miguel y a Aaron ¿ok?

Miles quiso preguntar del porque de su tio Aaron pero calló al escuchar las fuertes risas de Miguel y de su otra persona para ver como entraba su tío a la cocina alegre.

Hola Peter, huele delicioso lo que cocinaste —saludó a Peter con una sonrisa para acercarse a miles y darle un fuerte abrazó escuchando al menor quejarse— ¡Miles, muchacho! Estás más grande desde la última vez que te vi, cuanto fue ¿una año?

Fueron dos semanas tío Aaron

Mucho tiempo, ¿como va por la escuela? ¿Ya tienes pareja? ¿Usaste la mirada?

Miles avergonzado desvío la mirada hacia Peter pidiendole ayuda, escuchó al mayor aclarar la garganta llamando la atención de los otros dos adultos.

Vamos a la mesa que ya está lista la cena —Peter empujó a ambos hombres a la salida dandole un pequeño guiño a Miles que suspiró agradecido— Miles lleva el pastel porfavor.

Una vez ya todos reunidos en la mesa comenzaron a comer entre risas y pláticas tranquilas, Miles que bebía tranquilo de su soda no pudo evitar escupirla encima de Miguel al escucharlo hablar de lo que le habia pasado en esa semana con un chico problemático y como se le habia escapado a unas calles más adelante de su escuela causando las risas de Peter y Aaron.

Una vez ya todos reunidos en la mesa comenzaron a comer entre risas y pláticas tranquilas, Miles que bebía tranquilo de su soda no pudo evitar escupirla encima de Miguel al escucharlo hablar de lo que le habia pasado en esa semana con un chico pro...

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