Good Life

Todos tenemos historias, pero dime de qué te quejas

La primavera llegó más rápido de lo que nadie sospechaba. A fines de marzo, la nieve ya se había derretido debido al calor del sol y algunas flores tempranas comenzaron a florecer. Nadie realmente se quejó, viendo lo agotador que fue el invierno. Muchos estudiantes aprovecharon este agradable tiempo y fueron a explorar los terrenos.

Draco y Harry eran dos de esos muchos estudiantes, sentados sobre la manta en su lugar habitual, disfrutando de los cálidos rayos del sol. Todavía no hacía demasiado calor, solo una calidez perfecta que rozaba el frío.

Hermione ha venido con ellos a almorzar este sábado al mediodía, pero se fue rápidamente, explicando que no había hecho su tarea. Ron y Ginny estaban teniendo una práctica de Quidditch, y Luna no quería venir, diciendo que tenía que escribir un artículo en el que Neville la estaba ayudando.

No es que a Draco le importara. Si alguno de ellos estuviera allí, no podría estar más cerca de un pie de Harry. Y realmente le gustaba la forma en que Harry tenía sus brazos alrededor de él, mientras se apoyaba contra su pecho, entre sus piernas abiertas mientras leía el libro.

"¿Puedes creer que solo tres meses más y la escuela habrá terminado? No volveremos aquí jamás", dijo Harry. Al parecer, se aburrió demasiado con el libro.

"Habla por ti mismo. Tengo toda la intención de buscar el puesto de Maestro de Pociones en el futuro".

"¿Es enserio?"

"Sí."

"Bueno, eso es un pequeño gran problema, porque también tenía la intención de hacer eso".

"Lo dije primero, así que ahora tienes que renunciar".

"Creo que tendrás un duro trabajo en convencerme", dijo Harry.

Se dio la vuelta, con una tímida sonrisa en los labios mientras se inclinaba para besar los labios de Harry.

"¿Convencido?" preguntó Draco.

"Ni siquiera un poco."

Harry tomó sus mejillas y lo besó profundamente, la lengua se unió unos momentos después. Era algo a lo que nunca se acostumbraría. Desde la noche en la Sala de Necesidades no tenían demasiadas oportunidades de encontrarse para otra cosa que no fuera una sesión de estudio, o Hermione estaba a su lado, así que las pocas veces que se besaron, Draco no podía imaginar lo increíble que se sentía. Como si estuviera caminando sobre las nubes.

Draco fue el primero en retirarse después de un largo momento, respirando con dificultad y mirando a Harry con atención. Solo que ahora se dio cuenta de que algo realmente estaba pasando. No era la primera vez que se encontraba con la mirada de Harry de esta manera. Tan distante y cansado. Tenía bolsas debajo de los ojos, tropezaba en la barbilla y su piel tenía este color gris enfermizo. Nunca se atrevió a preguntar, preocupado de que pudiera estar sobrepasando sus límites.

"¿Está todo bien?' preguntó, suavemente.

"Mmh. ¿Por qué no debería serlo?"

"Pareces preocupado".

Harry obstinadamente evitó sus ojos, en silencio. Draco solo se preocupó más. Se acercó y puso una mano en su mejilla, regañando a Harry para que lo mirara, lo cual finalmente hizo.

"Puedes decirme cualquier cosa."

"Son pesadillas", dijo Harry finalmente. "Y mi espalda. No podía dormir bien y me empezó a doler mucho y no hay mucho que pueda hacer al respecto".

Antes de que Harry pudiera decir más, tiró de él hacia el suelo y se tumbó a su lado. Harry sonrió suavemente, depositando el más tierno beso en su mejilla.