12.Andrew

35 12 14
                                    

Dos días antes

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Dos días antes.

Aún resonaban en mi cabeza las palabras de Abril.

«Te besaría ahora mismo»

Aún sentía mi corazón latir desbocado ante aquellas palabras.

Aún sentía el cosquilleo que apareció en mi estómago cuando desvié la mirada hacia sus labios.

Aquella noche estaba preciosa. No llevaba ni una pizca de maquillaje. Llevaba el pelo recogido en un moño mal hecho y le caían algunos mechones por el rostro. Llevaba puesta una sudadera gris que le venía enorme y unos pantalones de chándal de color negro. Parecía que hubiese escapado de su habitación a toda prisa, pero a pesar de sus ojos tristes, su aspecto no podía ser mejor.

Por la noche me había quedado con ella en su habitación hasta que se durmió. No sabía si había llegado a escuchar todo lo que le dije porque mientras hablaba, su respiración se había vuelto más relajada y pensaba que se había dormido antes de que terminara de hablar. Me dolió mucho verla así, tan desolada, tan perdida... sentí una presión en el pecho cuando me pidió con esa carita que me quedara con ella en la habitación. Y me quedé, claro que sí, le estuve acariciando el cabello hasta que ya era muy tarde y decidí irme. Allí estaría a salvo, en su habitación no le pasaría nada malo.

A la mañana siguiente me levanté como si me hubiese atropellado un camión y Lío, al notar mi cansancio, me estuvo interrogando como si fuese un policía. Acabé por contárselo todo y él me estuvo escuchando con seriedad sin interrumpirme ni una sola vez. Cuando acabé de contárselo todo, suspiró y me dio unas palmaditas en la espalda.

—Creo que no me equivoco si digo que está empezando a ocurrir algo entre los dos.

—Pero no puede ser Lío, en un mes se va a ir, nos vamos a separar y... no puede pasar nada entre nosotros. Mierda, parezco un loro repitiendo siempre lo mismo.

—Lo sé —suspiró—. Pero hay cosas que son inevitables y esta es una de ellas. Tú no puedes evitar preocuparte por Abril y ella no puede evitar querer estar a tu lado, por alguna extraña razón se siente a gusto contigo, es evidente.

—¿Debería comportarme como un gilipollas para que se aparte?

Me gané un buen collejón y fulminé a Lío con la mirada.

—¿Qué cojones estás diciendo? Compórtate normal y ya está, por favor, no me seas tan idiota como para hacer esto porque entonces la harás sufrir y por lo que he entendido no quieres que sufra.

—Está bien —acepté al final—. El lunes tenemos la cena de celebración, ¿crees que va a venir?

—Si su amiga de cabello rosa la obliga, seguro que sí que vendrá. ¿Por qué?

—Yo que sé, supongo que tengo ganas de volver a verla y asegurarme de que está bien.

—Andy, Andy... no pensé que volvería a verte así.

Siempre nos quedará Londres #1  #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora