CAPÍTULO 1

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MADDISON

La escuela es bastante grande cuenta con áreas verdes en casi todo el patio, sobre todo en la parte trasera de los salones. Realmente era un lugar muy lindo, aunque no compartía la misma empatía hacía mis compañeros.

Siempre que llego temprano el lugar está solo, me gusta como luce a esta hora de la mañana, me hace sentir segura y tranquila. Me dirigí a mi salón con pasos cortos y cuando llegué, me encontré con Nicole y varios compañeros, era extraño que ya estuvieran ahí, si la mayoría de las veces, llegaban tarde. Pasé por el pasillo que daba hasta mi lugar, estaba muy nerviosa, y aquella tranquilidad que había sentido se esfumó. La presencia de Nicole me asustaba, era una niña muy bonita y a todos les agradaba, excepto a mí, y no porque me callera mal, sino porque era mala conmigo. Pero cuando más miedo tenía era cuando se juntaban las tres; Nicole, Charly y Amber. Eran un trío malvado y solo se la pasaban molestándome.

- No sienten que algo aquí apesta -todos mis compañeros prestaron atención a lo que decía Nicole. – Ya vieron quién acaba de llegar, si es la pobre Maddie, mírenla parece que no se baña, tiene el cabello todo sucio y feo -y con una mano en la nariz dijo: -Ya sé de dónde proviene ese horrible olor. Iug.

Todos en el salón comenzaron a reírse y simulando que olía mal tapándose las narices. Ni siquiera me moví, era normal que dijera eso sobre mí. Estaba acostumbrada, aunque no dejaba de sentirme herida. ¿Por qué todos le hacían caso? ¿por qué me molestaban de esa manera? ni siquiera había hecho nada para merecerlo. Jamás me metí con ella, nunca hice nada para molestarla, y ahí estaban todos, haciendo lo que ella quería. Me hundí más en mi mesa y traté de ignorarlos, a veces funcionaba.

- ¡Te estoy hablando apestosa! ¡Hazme caso!

Y otras no.

- ¡Nicole, ya llegó! -escuché gritos a lo lejos, eran sus amigas hablándole. No levanté la cabeza de la mesa, ni para ver si ya se había ido o para ver si continuaba en su sitio. Era preferible imaginar qué si lo había hecho, me dejaría en paz por un rato. Intenté fingir que no había pasado nada y esperé, rogué para que el profesor llegara.

Después de un rato, escuché la voz de mi maestro, por fin, había llegado. Él era un hombre alto y delgado, tenía un color de cabello como café oscuro al igual que sus ojos. Era uno de mis maestros favoritos hasta el momento y como no iba a serlo si mi anterior maestra, Martha, era bastante regañona, te gritaba por todo, y daba miedo, tanto que ni siquiera me atrevía a pedirle permiso para ir al baño. Pero desde que la habían cambiado de escuela, todo volvió a ser más agradable. Al menos para mí.

- Bueno niños, como les había comentado la semana pasada, hoy llegaría un nuevo alumno y él ya está aquí.

Antes de que el maestro hablará, todos ya estábamos viendo hacía la puerta, donde el niño nuevo estaba de pie.

- Adelante jovencito. -mientras caminaba hacia el frente y todos observábamos, no pude evitar pensar en que sí a Nicole no le agradaba, empezaría a tratarlo como lo hacía conmigo. Eso es lo que hacía con los que no quería, aquellos que ella consideraba inferiores. -Espero que lo traten bien y que se sienta cómodo con nosotros. Sobre todo, porque él viene de otro lugar. Puedes decirnos tu nombre

- Sí, me llamo James. -Mientras decía su nombre un hoyuelo en la mejilla derecha se le formaba.

- Pasa y siéntate donde quieras. -dijo el maestro, señalando hacía nosotros.

Mientras el paseaba la mirada sobre las cabezas de los niños buscando un asiento, yo me sentí un poco preocupada, porque justamente había una silla a mi lado, y no sólo eso, sino que, era la única. Desvié mi mirada cuando me vio y también al lugar. Sin decir nada tomó su enorme mochila y camino hasta mí.

Volverte a ver | Ana&Ems|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora