Capítulo 2

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Mi plan era sencillo, levantarme temprano, alistarme e irme con Nick. Esto fue lo que realmente hice: Me quedé dormida.

No me considero una persona que ame dormir, realmente no disfruto el hecho de pensar en ir a acostarme ya que por mucho tiempo sufrí de insomnio y en algunas ocasiones me sigue pasando, pero cuando llego al límite y me paso más de las 24 horas trabajando mi cerebro realmente me agradece el ir a dormir.

Tal vez por eso trabajo hasta explotar, así no sobrepienso y sufro de insomnio.

En fin, era buena hora aún por si quería seguir con el plan de despejar mi mente, así que antes de irme al baño le puse su desayuno a Pambazo y después me sumergí en la bañera mientras mi mente iba mil por hora pensando varias cosas al mismo tiempo.

No tenía que empacar, así que en un bolso grande guarde las cosas importantes, mi estilo en ropa podía ser algo peculiar, me gustaba vestir con colores, un ser cercano a mi me dijo que fácilmente podría ser una hippie moderna, lo tomé como un halago.

Pero mi estilo boho no es para confiarte, que aunque vista colorida mi corazón y mente están en una escala de grises, o así yo lo veo.

Antes de irme, le pedí de favor a mi vecina si alimentaba a mi querido Pambazo, era una chica joven, estudiaba su licenciatura y tenía un gran carisma, además de que amaba los animales y quería mucho a Pam, algunas veces le trae algodón de azúcar.

Ahora si que todo estaba en orden, agarre mi bolso y tomé un taxi, mientras me dirigía al aeropuerto le mandé mensaje al supuesto jefe.

Nick 🐈

Voy en camino al aeropuerto, te veo pronto.

Sabía dónde estaba, al igual que él siempre sabe dónde estoy yo, aunque es muy fácil saber ya que nunca salgo de mi laboratorio o casa, sin embargo se preocupa por mi y es un gesto que aunque no lo diga en voz alta se lo agradezco.

Hacer el papeleo en el aeropuerto siempre es tedioso y más cuando esperas que el avión esté listo, al ser pasajera vip fui de las primeras en abordar. En camino al punto me puse a leer toda la información que necesitaba saber sobre el problema que tenían, recuerdo el teseracto, Nick me lo enseñó una cuántas veces y cuando me adentré al mundo de la ciencia lo estudié, pero no a profundidad.

Después de entender mejor el tema y comer un poco, seguí trabajando en mi prototipo y tener esperanzas qué tal vez me de tiempo de utilizar los laboratorios del helicarrier.

De un momento a otro se hizo de noche y llegamos a nuestro destino, no fue tan malo el viaje y la comida no era tan mala como otras veces, al no llevar una maleta grande no tuve que formarme para recibirla, simplemente la baje del compartimentó de arriba y baje del avión, me dirigí en donde estaban los Jets privados y justo ahí estaba mi transporte esperándome.

—Señorita Gardenia, un placer volverla a ver.— me dijo uno de los tantos agentes de Nick.

—El gusto es mío.— le regresé el saludo con una corta sonrisa.

Realmente no me daba tanto gusto volver, no me traía bonitos recuerdos donde iba a ir, sin embargo lo hacía por Nick.

Me senté y me puse el cinturón de seguridad, realmente no nos tardamos nada en llegar al helicarrier, antes de bajar del jet hice ejercicios de respiración, ya que no sé si es por mi estrés o por los malos momentos que mi corazón se empezó a sentir apachurrado de cierta manera, como si un montón de elefantes se pusieran a saltar en el.

Los pocos agentes que sabían de mí me dieron la bienvenida y se llevaron mi equipaje a mi antiguo cuarto, que de seguro está igual como lo dejé, me adentre a las instalaciones esperando encontrar al hombre que llamó por mi.

El amor a muchas vistas|| Steve RogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora