Las vegas, Nevada.
—¿A dónde vas?—Christopher se atraviesa en mi camino a la salida de la habitación del hotel
—Tengo una reunión antes de tu misión, ¿Por qué?
—¿Reunión?—levanta las cejas y asiento—. Algo ocultas, Kiara, y tú decides si me cuentas o me entero.
—Prefiero que hablemos cuando llegue de mi reunión—suspiro—. Confía en mi, Christopher—pido acercándome a él
No quiero involucrarlo en esto, lo haré sola en caso de que en algún momento esto salga a la luz y prefiero que él no salga jodido con esto.
Él levanta su mano y acuna mi mejilla mirándome a los ojos, dejándome ver en ellos todos los sentimientos que tiene por mi.
—Confío en ti más que en nadie, Malika—respira profundo—. Llévate a Tyler y a dos de los hombres contigo, solo por prevenir.
—Muy bien—asiento antes de ponerme en puntillas y dejar un casto beso en su boca—. Te amo, vendré antes de que se vayan a la misión.
La división Alpha tiene estrictamente prohibido participar en misiones fuera de nuestro campo, por lo que aunque quisiera acompañar a Christopher, no puedo hacerlo.
—Con cuidado—pide y río
—Por supuesto—vuelvo a besarlo, esta vez más profundo arrancándole un gruñido ronco antes de separarme—. Nos vemos.
***
—Entonces, ¿Cuál es la decisión?—le pregunto a Fabiano, quien mira detrás de mí haciéndome fruncir el ceño antes de darme la vuelta encontrándome frente a frente con un hombre alto e intimidante
Sus ojos sobre mi son hambrientos, y brillan con ferocidad como si buscara hacerme retroceder del miedo. Es grande, pero un poco más bajo que Christopher y un poco menos fornido.
—Remo Falcone—lo repaso de pies a cabeza y el hombre levanta las cejas sorprendido ante mi naturalidad—. Es un gusto por fin conocerte.
He tratado ya con hombres de la altura de Remo e incluso peores, como Christopher, y lo he hecho lo suficiente para saber que si retrocedo ante él estoy jodida.
Les gusta la persecución y la intimidación, y yo no soy una presa, mucho menos una víctima asustada.
—Kiara—respira profundo—. Tienes el mismo nombre que mi cuñada, ¿También eres italiana?
—Mi padre lo es—asiento—, pero no vine a hablar de mi familia, vine a saber cuál es tu decisión sobre mi propuesta.
—Y yo quiero que me expliques qué ganaría yo con ayudarte—se encamina a una de las mesas y ruedo los ojos antes de seguirlo junto a Fabiano—. ¿Por qué debo ayudar a un militar?
—No soy una simple militar—imbécil—. Soy la única persona que puede evitar que el próximo objetivo de la FEMF sea la Camorra—me siento frente a él—; debido a que a la CIA y al FBI les queda grande, los próximos seríamos nosotros.
—¿Y qué te da el poder de proteger a la camorra?—se burla y miro a Fabiano
—El ministro es su suegro, y el futuro ministro es su novio—le hace saber—. Además, de que ella tiene un gran poder de convencimiento, ¿Cómo crees que llegamos a esto?—me lanza una mirada fastidiada y me encojo de hombros
—Soy Capitana de división Alpha—miro a los ojos de Remo y él parece sorprendido ante mi osadía—; y ya los he protegido antes—respiro profundo
—¿De qué hablas?—cuestiona con una expresión dura
—El FBI detrás de Nino—le informo y aprieta la mandíbula—, la persecución de Adamo en una de las carreras, el historial eliminado de Savio...—me inclino hacia él—, ¿Quién crees que te salvó el culo de no ser perseguido por la INTERPOL cuando mataste a aquel agente?—cuestiono
—¿Acaso te pedí que lo hicieras?—enarca una ceja y bufo
—No lo hice por ti, lo hice por él—señalo a Fabiano que me ofrece un asentimiento—, porque sé que ustedes son su familia y porque es mi amigo. Pero ese no es el punto, di si vas a ayudarme o no.
La puerta se abre de golpe y un hombre alto, intimidante y tatuado se dirige a nuestra mesa dándome una breve mirada antes de fijar sus ojos en Remo.
—Savio está siendo perseguido por la CIA—le informa y el cuerpo de Remo se tensa—; está en plena persecución en este momento, debemos hacer algo.
—Kiara—me mira Fabiano y pronto tengo a Nino y Remo mirándome también
Nino es frío, sus ojos no transmiten absolutamente nada, igual que muchos de mis soldados, con la diferencia de que ellos fueron entrenado para ello, Nino no.
—Que problemático es ese chico, por dios—bufo antes de sacar mi celular y Remo me apunta con su arma en una clara amenaza que me hace reír
—No temo que me mates, Remo, estoy entrenada para recibir la muerte en cualquier momento—lo miro a los ojos y levanta su barbilla al notar mi fría mirada—. Quita el arma de mi rostro.
—Haz la llamada, Kiara—insiste Fabiano y marco el número del director de la CIA en Estados Unidos antes de ponerlo en altavoz
-¿Hola?-la voz de Henry me hace rodar los ojos
—Quisiera saber por qué carajos mi objetivo está siendo perseguido por tu gente—hablo con rudeza sorprendiendo a los hombres frente a mi—. Este es territorio de la FEMF y lo sabes.
-La Camorra es nuestro caso-gruñe y río
—No, no lo es, a ustedes les quedó grande hace tiempo—me burlo—. Déjalo ir, Henry, no creo que quieras que más soldados vayan a la cárcel por entrometerse en cosas de la FEMF—amenazo—, quizás la próxima vez no vayan ellos, sino tú—río—, te gustará Iron Walls.
-Necesito la orden directa de...
—De Alex Morgan, quién no está involucrado en este caso sino mi división—lo corto—. Te doy dos minutos para decidir si los retiras o juro que voy a derribarlos, Henry.
Corto la llamada y dejo el celular en la mesa mirando a Remo, quien tiene el ceño fruncido y parece desconfiar de mi plan.
Pasan un par de segundos antes de que mi celular suene de nuevo iluminando el nombre de Henry en la pantalla.
—Dime—contesto
-Los retiré, déjalos en paz-sisea y miro a Nino, que se aleja mientras lleva su celular a su oreja
—Perfecto, espero que no se vuelva a repetir—ordeno antes de colgar y volver a guardar mi celular.
—Savio dice que se alejaron—Nino se acerca y suspiro antes de levantarme
—¿A dónde vas?—pregunta Fabiano y me encojo de hombros
—Me voy, es claro que no va a ayudarme y solo quería jugar—señalo a Remo—. Nos vemos pronto, Fabiano, quizás algún día en un enfrentamiento a Legion—me burlo y rueda los ojos
Asiento en dirección a ambos Falcone antes de darme la vuelta y salir del lugar encontrándome con un ansioso Tyler.
—Por favor dígame que nos vamos—ruega y río asintiendo mientras me pongo los lentes de sol
—Vamos, te daré la dirección—abro la puerta de la camioneta permitiendo que me ayude a subir antes de respirar profundo cuando cierra la puerta
Supongo que tendré que hacerlo sola. Perfecto.

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Destined [Christopher Morgan]
FanfictionElla es como un dios, todos se inclinan ante ella para venerarla. Él es una bestia, todos se inclinan para pedir clemencia Ambos hechos para poner el mundo a sus pies; destinados a estar juntos sin importar las piedras en el camino.