Fase: Ruptura

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-Nunca he pensado en eso y no me parece que sea relevante. Me enamoraría de la persona, no de su sexo. -Sonrió mirando sus manos -. Bueno, si el "amor" existe como lo romantizan y me lo pudieran demostrar -. Concluyó con tono retador.

-... ¿alguien como yo?

-... -Sonrió nuevamente sin necesidad de afirmar o negar aquellas palabras, después de todo, sus mentes parecían atadas por un hilo rojo.

Dazai se emocionó, tomó velozmente su notebook y volvió a encerrarse en su burbuja probando sonidos, escribiendo y borrando versos. Parecía que, de un momento a otro, se había encendido una mecha en su cabeza que terminaría explotando como el nuevo Mejor Álbum del Año.

-¿Qué opinas de... -Giró su cabeza para pedir la opinión al médico, pero no se dio cuenta que habían pasado más de dos horas, por lo que éste mantenía sus ojitos cerrados y respiraba muy profundo -. Oh, se durmió. - Murmuró-. Se ve tan lindo.

Sin pensarlo, acarició con su mano las mejillas un tanto enrojecidas del pequeño, para luego llevar sus dedos a aquellos atractivos labios que solo tocó, controlándose de besarlos apasionadamente como deseaba. "... No creo que se dé cuenta." pensaba acercándose gradualmente "Después de todo está d-"

-Mmh... - Emitió un sonido que el cantante tradujo como "Estoy incómodo aquí".

-Chuuya... -dijo cariñosamente mientras tocaba con delicadeza aquel cabello ondeado-. Chuuya ¿quieres ir a dormir a la cama?

-...¿Eh?... - Abrió sus magníficas gemas, entregando al otro una mirada a la que parecía hacerse más y más adicto -. No... Te ayudaré. -Murmuró adormilado.

-Jajaja ¿estás loco? Te llevaré a la cama. -Detuvo las caricias para tomar el papel de un recién casado y trasladarlo a la cama cuidadosamente en sus brazos, con la diferencia que se vio obligado a luchar contra los pensamientos de desnudarlo aprisa para juntar sus cuerpos con lujuria y dar inicio a la mágica luna de miel.

"Agregaré eso en..." pensaba girando su cuerpo para volver a su mini estudio, mas algo tomó de su muñeca. "Jaja ¡Qué lindo Déjà vu!" pensó de inmediato.

-Quédate a mi lado. -Susurró el pequeño sin soltarlo -. Solo...

-...por hoy... -No podía resistirse. Él también lo quería, aunque tenía miedo que fuese la primera y la última vez -.Está bien.

Cuando éste se acostó, Chuuya giró para quedar cara a cara y apreciar con detalle el rostro del primero, acariciándolo sin decir nada. Dazai apoyó su mano en la diminuta cintura de quien ahora estaba despierto, exponiendo sus ojitos brillantes que combinaban perfecto con su sonrisa tan bella que parecía ilusorio.

En un momento de silencio y complicidad, Dazai tomó el rostro de Chuuya en sus manos y unió dulcemente sus labios, haciendo que ambos cerraran los ojos y se dejaran llevar por el momento.

El beso fue como una explosión de sentimientos, una mezcla de pasión y ternura que los envolvió en un abrazo cálido y romántico. Fue entonces cuando supieron que, sin lugar a dudas, se habían encontrado el uno al otro. 

Se separaron lentamente, con una sonrisa radiante, mezclada con unos rayos de deseos impuros.

El ambiente estaba en completo silencio, se podía escuchar sus respiraciones y los feroces latidos de sus corazones. Ellos se encontraban en su propio mundo, aquel silencio era algo lleno de palabras y emociones.

Un segundo beso llegó junto con caricias, ya no solo en sus caras o cabeza, sino que un poco más imprudente y carnales. Un carrusel de hormonas y emociones que, hasta hace dos días, jamás habían percibido.

Nuestro OtoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora