Para Ti

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UNOS MESES DESPUÉS


-¡Ahhhhh! Ya quiero que se acabe la semana -reclamó Chuuya recostado en la cama del Hotel Park Hyatt.

-Vamos, llevamos recién dos días aquí en Nueva York y ya te quieres ir? -preguntó Akutagawa riendo.

-Extraño la comodidad y privacidad de mi hogar. -La voz del pequeño sonaba como el lamento de una cachorro.

Diez meses de arduo trabajo por fin mostraban un ápice de éxito. La ONU había aprobado la investigación, mas debían trasladarse a USA, pues trabajarían con los mejores especialistas, pero, un solo error y todo se desmoronaría.

-Mañana es fin de semana -dijo su amigo para animarlo.

-... Sabes que no me agrada salir.

-Está bien, entonces ¿quieres tomar un trago conmigo? Esta vez quedamos con nuestras habitaciones en el mismo piso.

Akutagawa reflejaba a la perfección la frase "Soy tu mejor amigo y sé que algo te pasa.", pero a la vez conocía muy bien a su Chuuya (que por cierto él lo quería como a un hermano mayor) y percibía que, no importa cómo lo preguntase, no le contaría, solo escucharía un "No me pasa nada." de su parte.

Aún así, existía un modo que avalaba un 20% las probabilidades a su favor y eso era conseguir que se embriagara.

En todo el tiempo que llevaban como amigos solo fueron a cinco fiestas multitudinarias con parlantes y amplificadores gigantes reproduciendo desde hard rock hasta pop. Una de ellas, el pequeño lo usó como un pañuelo de lágrimas desde las cinco de la madrugada hasta el amanecer, después de beber casi él solo una botella de Brandy.

-...Mmm. - Chuuya era reacio a este tipo de cosas, porque sabía que su límite de sobriedad, en comparación con su amigo, era mucho menor. Si cedía su conciencia al licor, temía cometer errores de los cuales se arrepentiría al día siguiente -. Está bien. Solo un vaso.

El plan de Aku fracasó, o al menos eso suponía, pues solo oyó quejas filosóficas de la vida y la existencia humana. Casi a las 5:00 am decidió trasladar a su amigo a su cama al verlo luchar consigo mismo para mantenerse despierto.

-Yo dormiré en el sofá -susurró mientras terminaba de cubrirlo con las sábanas de seda cuidadosamente-. Duerme bi-

Antes de terminar la frase, una mano agarró con fuerza su camiseta y pudo escuchar de los propios labios del pequeño la respuesta que necesitaba.

-... Dazai.

"Mi teoría era correcta" pensó con una sonrisa orgullosa.

-Mmm ¿Qué hora es?-se quejó Chuuya despertando en lo que creía era su habitación, mas un enorme abrigo negro colgado en la pared lo despabiló por completo- Aku...

Se levantó lo más sigiloso que pudo para dirigirse a su habitación, no sin antes observar unos segundos a su ahora, para él, mejor amigo durmiendo profundamente, acostado incómodo en el lujoso sofá de dos partes. No sabía exactamente qué ocurrió en la madrugada, pero intuía que el menor había cuidado de él. "Idiota" pensó sonriendo "Te debo una". Cerró lentamente la puerta.

-¡¡Ahh!! ¡Odio la resaca! -dijo para sí mismo lanzándose directo a su enorme cama-. No volveré a beber nunca más.

Media hora después, con la ayuda de unos analgésicos, cerró sus ojos para finalmente descansar sosegadamente. No lo logró. Unos golpes en su puerta continuaban cada vez más fuertes, creyó que si los ignoraba, la persona se aburriría y por fin se iría. Cuando volvió el silencio pasados alrededor de cinco minutos, cerró nuevamente sus ojos, pero ahora fue su teléfono el que se encargó de molestarlo.

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⏰ Última actualización: Jun 26, 2023 ⏰

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