═══ •『 ⋆𝑫𝒂𝒏𝒅𝒆𝒍𝒊𝒐𝒏⋆ 』• ═══

#3

SOLUCION PARA EL PROBLEMA

El incidente con la aldeana mayor no pasó desapercibido por nadie, los chismes son lo primero en salir y así sucedió. Terry no estaba en casa así que dejaron a Dandelion a cargo de Verónica mientras él volvía, la pobre niña solo estaba sentada encima de la cama con la mirada baja y jugando con sus manos mientras movía sus piernas que colgaban.

Verónica notó que esa pequeña energética ahora estaba con su vibra baja, se le notaba y le preocupaba lo que hubiera podido pasar con la aldeana mayor. Se sentó al lado de la niña durando unos segundos sin decir ninguna palabra, después llevo su mano a la cabeza de la chiquita acariciándola de manera suave, la reacción de Dandelion fue acercarse a ella y abrazarla alrededor del torso pegando la mejilla al costado de la misma, Verónica correspondió a la acción abrazando de vuelta a la pequeña.

—¿Te asustaste por lo que pasó? —la pequeña solo asintió.

Permanecieron abrazadas un momento más, a la mayor no se le ocurría como animarla hasta que escucho pajaritos cantar fuera de la casa. Verónica lo pensó un momento, en el pasado le gustaba cantar e incluso aldeanos que la llegaron a escuchar decían que su voz era hermosa, hace varios años que no lo hacía, sin embargo, ver a Dandelion en ese estado le hizo reconsiderarlo por un momento. Suspiro y después tomo aire.

Detrás de la montaña,
Hay mucho para ver,
Detrás de la montaña,
Todo puedes conocer.

Dandelion se quedó quieta sin decir palabra, solo escuchaba la hermosa voz que poco a poco le hacía olvidar lo mal que se sentía.

Más allá del lago
Un camino te guiara
Lleno de aventuras
Y alguien que te cuidara.

No debes tener miedo
Ya lo malo va a pasar,
Debes ser muy fuerte
Para poder avanzar.

Detrás de la montaña
Tu camino encontraras,
Y más allá del lago
Tu destino vivirás.

Al terminar de cantar verónica miró a la pequeña, pudo sentir que estaba más relajada y ya no tensa como un roble, Dandelion la miraba con un destello en sus ojos y después en su rostro se formó una gran sonrisa, esa chiquilla se levantó de la cama parándose delante de ella con emoción.

—¡No sabía que cantabas! —expreso Dandelion con emocion.

—Realmente nadie más que la aldeana mayor lo sabe —se rasco la cabeza con el dedo índice por nervios.

—¡Y hora yo lo sé! ¿Crees que me puedas enseñar a cantar como tú? —esa petición tan inesperada hizo sonrojar un poco a Verónica.

—¿Tanto te gusto mi forma de cantar? —estaba algo incrédula con la pequeña, a pesar de que en el pasado hayan alabado su voz nunca lo hicieron con tanta admiración como Dandelion en ese momento.

—¡Si, si, si! —sus afirmaciones las reafirmaba asintiendo con la cabeza, generando una gran sonrisa en la mayor y un sonrojo más intenso.

Verónica se levantó de la cama y en un cofre busco un papel, tinta y pincel para poder escribir, en esa hoja anoto la letra de la canción que momentos antes le había cantado a Dandelion, cuando termino le entrego la hoja.

—Te daré tu primera tarea entonces, practica esta canción y la siguiente vez que me toque cuidarte me cantarás ¿te parece bien?

La letra estaba escrita en aldeano, sin embargo, no era problema ya que Dandelion sabía el idioma.