One Shots de Casi Todo

Percy Jackson

One Shot inspirado por una imagen.

La vida en Nueva York era caótica, si, también era energizante y muchos la describirían como llena de vida, pero para la arquitecta Annabeth Chase, estaba comenzando a ser cansada y algo monótona.

Se había graduado de una de las mejores universidades del país con programa de Arquitectura y actualmente tenía su propio despacho de la profesión que tanto amaba, pero tenía tantos proyectos en puerta que ya no se estaba dando abasto, su mejor amiga del mundo Thalía Grace, se lo recordaba constantemente, que tal vez sería mejor dejar ir algunos proyectos y que debería despejarse de la vida citadina un poco si era eso lo que la preocupaba.

—Es más fácil decirlo que hacerlo, Thalía—, repetía por milésima vez Annabeth, —no puedo renunciar a mis proyectos, eso sería...—no encontraba las palabras, en realidad una parte de ella si quería renunciar a todo, pero sabía que no podría.

—Eso sería liberador, solo que no lo quieres admitir, Annie, mira este lugar; —el departamento de la arquitecta Chase, verdaderamente no era lo más glamuroso, y no porque no estuviera residiendo en una de las zonas más prestigiosas de la ciudad, sino porque a donde vieras estaba rodeado de planos, notas, archivos, tazas y termos de café por doquier.

—Tu departamento está patas arriba, hace meses que no aceptas una salida conmigo y con Luke, y ya ni mencionar que no has estado con nadie en casi mil años. — Annabeth se sonrojo ante la afirmación.

—¡Oye! Mil años es muy exagerado, he tenido algunas citas—, afirmó apresuradamente.

—¡¡Con clientes!! Puros negocios, pero no has salido con nadie de forma romántica, chica, mereces un descanso, así que o empiezas a negar proyectos o....—

—¿O qué, Thalía? ¿O qué? Ninguna amenaza que puedas decir puede ser peor que lo que mi madre haría sino cumplo con sus expectativas—.

Thalía suavizo un poco su expresión, así que de eso iba. Annabeth se encogió un poco a sí misma en la silla de la barra en la que estaba, su mejor amiga se acercó a ella.

—¿Te preocupa lo que la vieja de Atenea pueda pensar de ti? — trato de sonar amable y comprensiva, pero nunca había sido simpatizante de como trataba esa vieja caradura a su mejor amiga.

—No le digas así, es mi madre; —y sí, me preocupa lo que piense de mí, pago toda mi educación, y cuido de mi todo el tiempo, además me impulso a ser la mejor, debó recompensárselo siendo la mejor—. Thalía suspiro.

—Annie, siento romper tu burbuja de responsabilidad, pero en realidad no le debes nada; lo que hizo, es parte de su rol como tu progenitora, no hizo nada especial, solo su trabajo, y aunque me caiga mal, esa señora te ama a su modo; sé que está orgullosa de quién eres, y no solo ella, sino todos nosotros, todos tus amigos...—

Annabeth estaba llorando mientras escuchaba a su amiga darle ánimos, tal vez si era tiempo de empezar a delegar las cosas o simplemente ya no tomar más proyectos por el momento. Estaba a punto de darle su resolución a Thalía cuando un ruido la sacó de sus pensamientos, la alarma de incendios. Ambas chicas miraron a su alrededor buscando de donde provenía y corrieron al pasillo edificio, este se estaba llenando de humo.

—Mierda, el edificio completo se está incendiando, ¡vámonos de aquí, Annabeth! — El pasillo estaba no solo se estaba lleno de humo, sino que también de personas, la evacuación había iniciado. Thalía tomó su bolso, Annabeth igual y salieron juntas al pasillo, habían avanzado bastante pero entonces Annabeth lo recordó. Todo el trabajo de su vida estaba ahí, en ese departamento, las horas en vela, los bloqueos al diseñar, las revelaciones místicas sobre cómo sería el edificio que construiría; miro a Thalía que trataba de seguir las indicaciones de los encargados junto al resto de la gente para la evacuación del lugar, dudo un poco, pero al final sintió que la decisión no era tan difícil.