❝ Dulce Tatuadora ❞ || michaeng

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 Chaeyoung estaba decidida.

No sabía de donde había sacado valentía para presentarse otra vez, al frente de ese local, dispuesta a no salir de ahí si no conseguia el número de Mina por lo menos.

Tocó y otra vez, se sintió en el mismo paraíso, nunca se casaría de ver aquel bonito rostro.

— ¡Hola, Mina! — dijo Chaeyoung antes de adentrarse al lugar

— ¿Hola, Chaeyoung? — dijo Mina un tanto confundida — ¿Por qué has venido? — preguntó amablemente

— Bueno, me gusto mucho mi tatuaje, así que vine a hacerme otro — dijo Chaeyoung con una sonrisa

— Bueno, ¿ahora que te gustaría hacerte? — 

— Un pequeño tigre en el brazo izquierdo.

— Vaya, que lindo, aún que yo prefiero más a los pingüinos.

— Después de esto, juró que mi segundo animal favorito serán los pingüinos — dijo en un pequeño susurro que Mina llegó a escuchar pero se hizo la desentendida.

— ¿Dijiste algo? — dijo con una sonrisa burlona.

— Uh, nada — dijo con Chaeyoung.

Después de la pequeña conversación que tuvieron, Mina comenzó a trabajar.

— Oye, cuáles son tus cantantes favoritos? — Dijo Mina intentando sacar tema de conversación.

— Son demasiados pero para ser precisos, los que más me gustan son Mac DeMarco, Taylor Swift, Mitski y Lana del Rey.

— Wow, a mi también me gusta Mitski y Mac DeMarco.

— Sí que sabes de música — bromeó Chaeyoung

Mientras todo el rato que conversaban y se conocían más a fondo, entre risas y vacilaciones, Mina terminó el tigre.

— Te gusta como ha quedado? — preguntó curiosa.

— Como no iba a gustarme, me encanta los detalles que tiene.

— Eso me alegra — dijo con una sutil sonrisa.

— Oye, tú crees que me podrías dar tu número, me has caído bien y quisiera saber si podríamos conocernos — dijo Chaeyoung mientras por dentro moría lentamente de la vergüenza, definitivamente si la rechazaba se suicidaría o desaparecería de la ciudad.

— ¡Claro!, Dame tu teléfono.

Mientras Chaeyoung veía como Mina anotaba su número, sentía que había ganado en la vida, definitivamente esto le había alegrado.

— Bueno, nos vemos Mina — dijo dándole un pequeño beso en la mejilla, parecía una loca enamorada y lo sabía. 

mientras salía casi corriendo del local, soltando gritos, pensaba que nadie la escuchaba, pero lo que no sabía es que una pelinegra la observaba alejarse con una sonrisa enamorada.

amor korrespondido kelendo carajo.