MC | ❝ A Chae le gustan los tatuajes, pero no le gusta exponer su piel a extraños. ❞
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Chaeyoung se despertó en una habitación desconocida, muy confundida y asustada pensando que la habían secuestrado, tomo la lámpara que estaba en una mesita de noche al lado de la cama mientras oía pasos afuera de la habitación. Mientras los pasos se asomaban, ella sostenía fuertemente la lámpara hasta que la puerta se abrió y sin pensarlo, fue corriendo con los ojos cerrados y gritando.
— ¡ATAQUE HOMOSEXUAL!
Cuando abrió por fin los ojos lentamente pudo observar a una pelinegra noqueada totalmente por el golpe en el piso.
— ¡Oh, carajo, he matado a Mina! — dijo intentando reanimarla — ¿Mina, estás ahí?
— Q-que mierda, ¿por qué me golpeaste Chaeyoung?
— Pensé que me habían secuestrado para robarme los órganos, ¡perdóname mina! — la japonesa rió un poco — Acaso te estás riendo de mí? te hubiera golpeado más fuerte con la lámpara.
Mina dió un suspiro indignada y con un poco de ayuda de la coreana se levantó del piso.
— Te traeré una pastilla para tu resaca, pero no vuelvas a golpearme.
— Yah! vale.
la japonesa se retiró de la habitación en busca de aquella pastilla.
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Las dos jóvenes se encontraban desayunando unos ricos hotcakes preparados por la pelinegra.
— Y, podrías explicarme por qué me cantaste esa horrible canción de marihuanero en la pobreza?
— Eso piensas de mí? — dijo Chaeyoung simulando tristeza
— No, sólo, ¿por qué depronto viniste a mi casa a hacer un escándalo a la madrugada?
— Bien, mira Min, yo he tratado de decirte esto hace un tiempo pero nunca te das cuenta, te halago, te compro cosas pero no pareces entender lo mucho que me gustas Min.
— Chaeyoung, si me día cuenta de las señales pero pensé que lo estaba malinterpretado yo. — dijo con una risa apenada
— Sientes lo mismo que yo?
— Desde el primer día.
Chaeyoung fue acercándose a paso lento al cuerpo de su contraria luego de mucho tiempo por fin, podría besar aquellos labios tentadores que siempre apreciaba tanto.
Unieron sus labios en un beso único, sintiéndose unidas, como una sola, sus labios encajaban tan bien con los de la otra que les hacía querer nunca separarse, pero lo hicieron por la falta de aire.
— Te amo, Mina.
— También te amo, Chaeyoung.
y empezó otro beso un poco más apasionado que el otro, la temperatura en sus cuerpos empezaba a aumentar y entonces el deseo carnal se hacía visible entre ellas dos.
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