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Mientras se besaban, cada una sentía el cuerpo de la otra cerca, empezaban a calentarse, toqueteos atrevidos y manoseos de más se hicieron presentes en aquella escena, la nipona apretaba el trasero paradito de su contraria, la coreana se límitaba ...

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Mientras se besaban, cada una sentía el cuerpo de la otra cerca, empezaban a calentarse, toqueteos atrevidos y manoseos de más se hicieron presentes en aquella escena, la nipona apretaba el trasero paradito de su contraria, la coreana se límitaba a acariciar la espalda de la japonesa.

- Mina, antes de hacer algo, quiero decirte que soy virgen, sé gentil - suplico la coreana

- Jamás te lastimaría - dichas aquellas palabras, la japonesa alzó todo el peso de su contraria del piso y la llevo rumbo a la habitación.

dejó a la coreana en la cama, sin romper el beso, la ropa poco a poco fue desapareciendo, los dos cuerpos necesitados se unían cada vez más, aquellos dos almas desnudas, entregandose la una a la otra, amor de verdad.

Mina empezó un recorrido de besos desde la clavícula de su amada hasta sus pechos, donde mordió, chupó y tiró de sus pezones erectos.

- Ah..., Mina... - gemía la coreana, sintiendo su centro palpitar y humedecerse con cada toque.

Continuó bajando, dejando un pequeño beso en el vientre plano de la coreana, cada vez más cerca de aquel manjar que escondía la coreana entre sus piernas.

Al llegar a su centro dió una lamida rápida, saboreando los dulces jugos de su novia, disfrutando de cada momento, entonces la lengua de Mina se perdía entre los labios vaginales de Chaeyoung.

- Duele? - se limitó a preguntar la nipona.

- Un poco, se siente tan bien - ahogó un gemido.

Eso fue suficiente para que la nipona entendiera que su acompañante estaba gozando, apresurando más el movimiento de su lengua, aumentando la excitación en la coreana, gemidos que parecían gritos salían de su boca, entonces Mina decidió introducir el primer dedo, un detonante para Chaeyoung.

- Despacio..., duele Mina - se quejó la coreana.

- Ya pasará, tranquila - dejo un casto beso en sus labios y movió lentamente el dedo dentro de su novia.

Pasaron unos minutos y aquellos quejidos ahora eran gemidos y lloriqueos, otro dedo se unió a la aventura mientras Chaeyoung sentía que estaba en el cielo, sus ojos se blanquearon cuando llego al deseado orgasmo, gritando el nombre de su acompañante.

- ¡Mina! - fue lo único que logró formular antes que los espasmos- se adueñaran de su cuerpo.

- Te ha gustado? - preguntaba curiosa.

- Me ha encantado - dijo con una sonrisa, seguida de esta, un beso - pero, me duelen un poco las piernas.

- Me he pasado, te he lastimado o algo? 

- Claro que no, creo que esto es normal en la primera vez - dijo con una risita.

- Vaya, me he asustado - suspiró con una mano en el pecho - gracias por confiar en mí.

- Te amo, Mina - dijo con una mirada sincera.

- También te amo, Chaeyoung - dijo besando suavemente los labios de su novia, un beso lleno de todo el amor que se tenían, ese tipo de amor mutuo, amor real.

En ese momento sólo era ellas dos, nadie más, sólo ellas, aquellas jóvenes, amandose como nunca, todos dirían ''la pareja perfecta'' pero, no todo pinta de rosa, no?

❝ Dulce Tatuadora ❞ || michaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora