El reino del norte era conocido como el reino del sol, por sus calurosas temperaturas y su muy vigorosa riqueza en oro. Cuando el reino del sur cayó el reino del norte fue el primero en auxiliarlo, después de una guerra inútil por la supervivencia del más fuerte el reino de las montañas del sur cayó en manos del reino del este.
Mujeres y niños fallecieron a la par de sus guerreros. Y tras una guerra como todas, el sufrimiento y el hambre prosiguieron a tal magnitud que ni la definición de crueldad podría explicarlo con exactitud.
La sangre cubrió los mantos de nieve y lo que fue uno de los reinos más hermosos solo quedaron ruinas. Los hombres fueron ejecutados, las mujeres y niños, fueron llenados de abusos y los pocos donceles fueron vendidos.
Quedé huérfano en esa guerra, la tierra que algún día me dió vida y amor se había convertido en mi infierno y lo poco que quedaba de lo que llamaba hogar me lo arrebataron frente a mis ojos.
Hasta que ví la luz del sol en el rey del reino del norte, el hombre que me salvó y me dió un nuevo propósito para vivir. Proteger al reino del norte y dar mi vida por su hijo Hoseok. Desde el primer momento en que nuestros ojos se cruzaron supe que era mi destino y a quien le pertenecería mi corazón por el resto de los siglos.
El aire no era precisamente frío, más bien cálido, era algo sumamente normal ya que durante el día el sol lo abrazaba sin resto de nubes y durante la noche un frío envolvente se esparce en todo el reino. Un reino rodeado de mantos de arena dorada.
- "Déjame que en el enlace de dos almas fieles no admita impedimentos; no es amor el amor que cambia cuando una alteración encuentra, o que se adapta con el distanciamiento a distanciarse" - Leía con atención uno de los tantos libros que había tomado en la biblioteca del palacio.
Le encantaba leer justo en ese lugar, había pasto fresco que rodeaba un viejo árbol solitario a las afueras del reino.
- "Es un faro eternamente fijo que contempla las tempestades sin nunca estremecerse" - Completando la frase haciendo que el doncel se asustara voltando con rapidez.
- ¡Yoongi! - Arrojándose a los brazos del contrario. - ¿Cómo sabías que estaba aquí?
- ¿Dónde más estarías si no es aquí? Recuerda que no hay persona en el reino que te conozca mejor que yo mi sol.
La calidez del abrazo se rompió cuando se separaron pero los latidos fuertes de los corazones de ambos no sé detuvo, no cuando se sentaron al lado del otro. Amaban esto, los atardeceres tranquilos mientras se hacían compañía, sin necesidad de decir palabra solo sosteniendo sus manos.
¿Cómo es que algo tan simple le hacía tan feliz?
Recargando su cabeza en el hombro del menor, mirando con atención su perfil. El doncel más hermoso que sus ojos pudieron haber visto nunca, que el pequeño tacto de sus cuerpos lo haga estremecer y que su sola presencia haga que su vida cobre sentido. Viviría por ese ese doncel.
- Te has vuelto tan atrevido oficial.
- Teniente coronel para ti príncipe.
Los ojos del doncel se abrieron y se alejaron de inmediato con una clara expresión de asombro, mirando con detenimiento la expresión de su luna, esperando que dijera que era broma pero no era así, era verdad sus palabras.
- No puede ser.
- Si puede ser sol. - Dijo mostrándole su insignia ganada, indigna que le otorgó un puesto mayor. - ¿Crees que seré digno de ser un buen compañero de vida osea ti ahora?
- Siempre fuiste un buen compañero para mi amor.
- No sabes cuánto te amo. - Dejando caer su cuerpo sobre el menor, envolviendolo con sus brazos. - Nuestras almas están unidas desde el momento en que te ví.
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Un amor atraves de los siglos / YOONSEOK (Editando)
FanfictionCuentan los pobladores de la zona que cada año se ahoga un hombre que no es del lugar. Ellos creen que es el principe que se convirtió en triton que sale y se los lleva. Pero claro eso es lo que ellos creen. yoonseok