Cuentan los pobladores de la zona que cada año se ahoga un hombre que no es del lugar. Ellos creen que es el principe que se convirtió en triton que sale y se los lleva.
Pero claro eso es lo que ellos creen.
yoonseok
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El sol iba iluminando el paisaje y el ruido de las personas que vivían en los alrededores empezaba a escucharse acompañado del canto de algunas aves del lugar, entramos en razón de inmediato y miramos a nuestro alrededor con nerviosismo.
Cualquiera podía vernos, incluso si nos manteníamos lo suficientemente alejados… nos inundó un miedo repentino. Hoseok parecía mirar atento al lago debajo del puente sin terminar, esas aguas tan brillantes como profundas, una profundidad tan oscura como el cielo nocturno, sin fin y en plena soledad.
Por suerte aún no parecía haber personas cerca del lago, me tranquilizó un poco pero Hoseok de inmediato intentó unirse en el lago de nuevo.
– ¡Espera!
– Tengo que irme ya Yoongi, puedes volver hoy de nuevo. – Dijo impaciente, lo había tomado de los brazos pero parecía estar alterado al ver la luz del sol iluminando ya todo el lugar. – Prometo volver.
– No, no quiero que te vayas. – Los ojos de Hoseok se iluminaron, esos ojos verdes expresaban sorpresa dejando de forcejear. – Siento que si te suelto ahora no volveré a verte.
– Claro que volverás a verme, seguiré aquí… – Envolvió sus brazos sobre mi cuello dándome un suave abrazo. – Siempre estaré aquí.
Una cierta nostalgia resonó en mi cabeza, ese sentimiento se clavó como daga en él. ¿Un deja vu? Algo realmente familiar me pareció escuchar en esas palabras, algo tan familiar que me dolió tanto como para querer llorar.
– No recuerdo, no logró hacerlo. – Tal vez tenga imágenes de ese pasado pero los sentimientos que tuve hacia ti no existen en mi y eso me hace sentir realmente horrible, ¿Merezco siquiera mirarte? – Pero aún así, hay algo que me dice que me quedé contigo, que te haga feliz. Es como si todo mi ser te reconociera…
Sostuve su cintura y con toda mi fuerza me levanté intentando cargar con él también. – Espera Yoongi, ¿qué estás haciendo?
– Irás conmigo a mi habitación, ahí estarás bien solo tienes que confiar en mí. – Hoseok de inmediato intentó hacer que lo soltará, tomando aire comencé a caminar directo a mi habitación rogando que nadie me viera. – Creo que si entras en la bañera.
– Pero no puedo irme, nadie puede tocarme ni yo puedo salir de aquí o la diosa luna se enojará. – Seguía intentando hacer que lo soltará aunque simplemente lo ignoraba y me dirigía al hotel con cuidado de no soltarlo, aún que parecía que lo llevaba arrastrando pues su aleta arrastraba cuando logré llegar a la entrada del hotel un silencio abrumador me hizo detenerme. – Esto es un error Yoongi, nos pondremos en peligro.
El sonido de las aves se detuvo y mi mirada se dirigió al cielo, todo parecía relativamente normal, un cielo despejado sin siquiera una nube en el pero… tenía la sensación de tener una mirada encima.
