III

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Desconocido.

No podía creer que mi oponente fuera un niño o una clase de adulto con síndrome de elfo.

El chico no respondía ante mis comentarios y eso era molesto, solo se dignaba a observarme, la visera polarizada no me permitía ver sus ojos, pero la posición en la que se encontraba proyectada su cabeza me decía que me miraba.

No había iniciado la carrera y ya me quería largar, me encontraba aquí por obligación, no por amor "al arte", por encima de mi hombro vi a quien había originado y creado a este grupo, Natanael, su sucia mirada estaba puesta en mi y con sus labios formaba lentamente "debes ganar" acompañado de un "dulce ademán" con sus manos que interpretaban ser un cuchillo que pasaba con diversión por su cuello lleno de tinta.

Querido Lucifer, ¿en qué momento fui lo suficientemente idiota como para entrometerme en este círculo de serpientes?

Mientras pensaba aquello miraba hacia la nada, como si de allí fuera a sacar alguna puta respuesta y la verdad es que ya la tenía entre mis manos.

Tome el manubrio de la moto con fuerza, de pronto un mareo azotó con energía mi cabeza junto a repetidas punzadas, era como si fuera a estallar en algún momento.

¡Carajo!.

Todo me daba vueltas, eso era malo, solo podía significar una cosa: mi esquizofrenia había regresado.

¿Y tenía qué ser en este momento?

Dios se qué quizá me odias pero...

¿podías ser un poquito misericordioso conmigo?

Me encontraba en un profundo desconcierto, ¿salida? No existía, solo debía esperar a lo que sucedería después.

El dolor era insoportable, movía mi cabeza de un lado a otro con insistencia, era como luchar con otra persona, pero en este caso era invisible y con un poder aún más grande, la aflicción aumento está vez con electricidad acompañada, mi campo de visión era borroso y cuando menos lo pensé el ya había surgido del lugar donde trate de mantenerlo ahogado por tantos años.

Su voz resonaba en cada lugar de mi cerebro recordándome que este cuerpo no era solo mío, y que por más que intentará ocultar al monstruo no lo iba a lograr, porque... Yo también era uno, así que de igual manera yo tendría que desaparecer.

El dolor dejo de insistir, pero ahora no solo era yo, debía tomar las pastillas a como diera lugar.

Un disparo...

Un disparo me saco de mi trance, la carrera había iniciado, el chico a mi lado no perdió el tiempo y aceleró como si el demo lo la persiguiera.

~Yo pienso que en realidad si es el demonio quien lo perseguirá~ Esa cosa dentro de mi mente volvió a hablar, acompañando su mal chiste por risas sin mucha cordura.

~¿Que dices si al final de la carrera lo asesinamos?~

Jodete.

arranque la moto sin perder más tiempo, el chico ya había recibido la ventaja, no podía perder.

El seguía hablando, diciendo cosas sobre como asesinar al chico, me enfoque en solo ignorar y ganar la carrera de ese modo tendría el dinero suficiente para comprar el medicamento.

~¿Porque no aceptas mi agradable propuesta y matamos al niño?~

Es un adolescente.

~Si es solo un adolescente ¿porque nosotros no tuvimos consuelo aún siendo niños?, ¡¿Porque nuestra perra madre nos trató como mierda SIENDO NIÑOS?!~

Hasta Mi Último Suspiro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora