Capítulo XIV.

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Nos estaba mirando todo el mundo, ¿pero sabéis que? Me daba igual.

Iba a besarme de nuevo, pero le aparté con suavidad, las miradas de la gente me intimidaban. Sobre todo las de ellas. Laura y Marla me miraban desafiantes, yo reí descaradamente ante sus sorprendidos ojos.

El asco que sentía por ellas aumentó en cuánto noté que se acercaban a nosotros.

Laura se limitó a mirarme de mala manera, en cambio Marla dijo:

- No me esperaba de ti que cayeras tan bajo, Oviedo.


Las palabras de Marla se clavaron en mi pecho cómo un puñal, aún así no retiré mis brazos de el cuello de Jesús.


-Vete a la mierda Marla.- dijo Dani, que había estado presenciando la escena todo el rato.

-No se cómo no te entra sida de tocar a esta pringada.- Marla rió ante su propio absurdo comentario.

-¡Que te largues ya zorra!.- le chilló Mery perdiendo los papeles. Yo le cogí la mano con fuerza para que no saltase, aunque en el fondo a mi también me hubiera encantado darle una buena hostia.

Marla se puso seria de repente, y levantó su dedo corazón hacía mi, justamente hacia mi.

Se alejó y yo seguía sin comprender el porque estas niñas la tenían tomada conmigo.


Si al menos supiera defenderme...


Cuándo estuvieron alejadas del todo, Mery y Dani nos hicieron un interrogatorio que para ser sinceros se me quitaron todas las ganas de responder.


Las palabras de Marla habían conseguido herirme, la seguridad que había conseguido en todo este tiempo parecía que se había vuelto a desvanecer por completo.



Tocó el timbre, y todo el mundo recogió sus cosas apresuradamente.


Hoy había estado ausente, a veces ni yo misma lograba entender el por qué.

Jesús y Dani lo notaron.

- ¿Sabes que te tienen envidia, no?.- saltó Dani de repente.

-nadie en su sano juicio me tendría envidia, Dani.- agaché la cabeza

-Más de las que piensas, ya les gustarían a ellas tener tu cara, tu cuerpo, tu...

-Eh, cuidadin hermano que es mía.- Dijo Jesús estrechando su cuerpo contra el mío. Le adoro.

Dani rió y su risa se me contagió,

- Clara.- volvió a decir Jesús esta vez seriamente.- no dejes que te hundan, eres perfecta.


Sus palabras sirvieron para que Marla saliera de mi mente. No se cómo lo hacían, pero estos niños siempre conseguían que me olvidara de todo.


-No se que haría sin vosotros.- les atraje hacia mi y me dieron un beso en la mejilla cada uno.



Entré a mi casa y comí lo más rápido posible.

HAPPINESS. [GEMELIERS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora