Rivaille Pre - relación.

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Muy bien, muy bien... Quizás había que regresar en el tiempo una vez más.

Levi estaba descubriendo que sentía una enorme atracción por Eren. Una ENORME, y en todo el sentido de la palabra.

Sin embargo, parecía que le estaba tomando demasiado tiempo para procesar todos sus sentimientos. Y Eren se estaba volviendo más impaciente segundo a segundo.

Pero eso no era lo peor. Lo peor era la extraña actitud que Levi había adoptado, y que ahora le impedía a toda costa el estar a menos de dos metros de él. ¿Cómo era que no podía ver lo que había frente a sus narices, cuando él lo había descubierto tan rápido?

Porque un simple día Eren había despertado, caminado a la cocina, y descubierto que no había ningún retrato de Levi. Su almohada bordada, que habían creado en algún tipo de terapia familiar, había desaparecido. Y la nevera estaba vacía. Su padre había llegado del trabajo, como cualquier día normal, y cuando le había preguntado por Ackerman, había soltado un sencillo "¿Quién es ese tal Levi, Eren?". Entonces se dio cuenta de que un futuro sin el pelinegro era incierto y sin sentido.

Le había dado un pánico tan terrible, que inclusive cuando despertó de aquel horrible sueño las lágrimas se derramaban por sus mejillas. Porque si, resultó ser nada

Cuatro meses le había tomado darse cuenta de sus sentimientos por Levi. Y mes y medio le había tomado darse cuenta de que Levi se sentía de la misma forma, pero no quería aceptarlo. Y ahora ya había pasado casi un año. Un año en el que Levi se había estado comportando de la forma más fría posible, y que lo había estado evitando a toda costa.

Era como si hubiesen vuelto al inicio.

Así que ahí se encontraba Eren, acostado de cabeza sobre el alargado sillón mientras observaba con detalle a Levi, que leía tranquilamente acostado sobre la alfombra.

O por lo menos eso era lo que se veía.

En realidad el pelinegro estaba desviando la mirada cada cinco minutos solo para cerciorarse de que el castaño tenía la vista sobre él.

Eren suspiró.

— ...Podemos estar así todo el día, Rivaille.

El pelinegro dejó caer el libro sobre su propia cara, pero no había denotado siquiera un poco de sorpresa. Tras quitarse el libro seguía teniendo esa fría e inexpresiva mirada, ahora con sus ojos completamente posados sobre él. Sin embargo, el castaño sabía de antemano que no estaba tranquilo. Para nada.

— Dime, ¿no hay algo que me estés ocultando?

Eren soltó, a secas. El silencio los inundó por un momento. Levi le miraba con una ceja alzada, serio. Y Eren intentaba disimular su impaciente actitud.

— ¿Qué te podría estar ocultando?

— Tú-

— Buenos días, caballeros. —Grisha soltó en forma bromista mientras entraba por la puerta principal. Acababa de volver de hacer unas vueltas.

La cara tanto de Levi como de Eren estaban teñidas en rojo. Al ver esa peculiar reacción, Levi miró con vergüenza a Eren.

"A eso te referías...".

Y Eren solo le miró como si le hubiesen traicionado.

"Maldito, si sabías de qué hablaba".

— Mmmh... ¿Me perdí algo?

— Para nada.

Levi se apresuró a decir, levantándose del suelo para acercarse y tirar del cuello de la camisa de Eren. Aquello había sido con tanta fuerza, que el castaño no había tenido más remedio que levantarse, mirándolo con molestia.

— Vamos a estar arriba un rato. Eren me tiene que ayudar a estudiar.

Y sin más, ambos desaparecieron de la estancia, sin dejar a Grisha soltar por lo menos un respiro. Una vez los dejó de ver al final de las escaleras, se dió la libertad de suspirar.

— Bueno... Supongo que mientras no hagan nada extraño...

Por otro lado, Ackerman había lanzado a un confundido Eren al suelo de su cuarto. Y el último, por supuesto, se comenzaba a sentir un tanto abrumado. Los aromas de la colonia y el desodorante de Levi estaban impregnados por todas partes, inclusive en el suelo de madera sobre el que se encontraba tirado. Y, es decir, él no era un pervertido, o algo similar. Pero el simple hecho de estar en el cuarto de la persona que le gustaba, tirado en el suelo, y considerando que el más bajito nunca lo dejaba entrar ahí... Pues...

Se giró lentamente, observando con detalle cada uno de los elementos de aquella habitación. Por lo menos debía tomarse su tiempo. ¿Cuando fue que Levi puso aquella alfombra blanca, enorme, ahí? Aquellos posters de última edición de su banda favorita. Todas las fotos familiares de Grisha y ellos. Y... ¿Cuándo había comprado esa máquina de café?

Oh no. Un momento. ¿Esa era su consola?

¿Y por qué Levi tenía su camisa favorita colgada en su armario?

— A ver, tienes muchas cosas qué explicarme...

Levi le miró, consternado. Aquella actitud agresiva de hacia un momento había desaparecido por completo. Ahora solo quedaba un joven sin palabras, callado, y con los ojos grandemente abiertos.

— ...Oh, cierto. —el castaño imitó la actitud de Levi— Ahorita no es momento de hablar de eso... —murmuró señalando la consola.

El pelinegro le miró y negó. Acomodando su cabello, se acercó a donde había lanzado a Eren, y se sentó frente a él en cuclillas. El silencio en el que ambas miradas chocaban se volvió sofocante. Azul y verde mezclados, entrelazados como uno solo.

Silencio, silencio, y más silencio.

Eren estaba a punto de soltar una frase al estilo “Adoraría besarte en este instante”, sin embargo...

— Eren... ¿qué hago ahora?

La cara de Levi no era quella tan impredecible. Estaba temblando, y su cara reflejaba un terror total. Parecía como si estuviese frente a él en ese momento, pero aún así se encontrase ausente. ¿Cómo podía no sorprenderse, si nunca había visto aquella expresión en el pelinegro?

— ...Levi... —Eren se levantó y tomó a Levi de los hombros. Su rostro estaba igual de deformado, pero de preocupación— ¿Qué te sucede?

Mientras acariciaba sus hombros con consuelo y ternura, mirándole comprensivo, Levi mantenía el silencio, viendo a su alrededor como si quisiese buscar una solución en su mente. Eren no entendía. ¿Acaso el pelinegro tenía miedo de que no correspondiera a sus sentimientos?

Esperó un poco más, dejando respirar al más chico.

Pronto, Levi separó sus labios un par de veces intentando formular varias oraciones. Una y otra vez, hasta que sus labios se fundieron en una fina línea recta. Y después... un suspiro.

Lejos de lo que había esperado... Levi soltó la razón de sus preocupaciones.

— ...¿Cómo se lo explicaré a Grisha?


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⏰ Última actualización: Jun 27, 2023 ⏰

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