Destined [Christopher Morgan]

Cap 13

—Mohamed—hablo en mi celular—. ¿Puedes tomar un vuelo a Londres? Te necesito allá

—¿Solo?

—No, trae a Evan contigo—pido—. Ambos deben estar preparados, tendré un plan para ustedes cuando lleguen.

Debido a que no cuento con el apoyo de la Camorra, debo encargarme yo misma, y sola sería completamente imposible. Necesito a mis hombres de confianza aquí conmigo.

—Si señora.

La puerta de la habitación del hotel se abre y mi cuerpo se tensa cuando veo a Patrick cargar con Christopher mientras Gema los sigue.

—Nos vemos, Mohamed—cuelgo la llamada antes de levantarme del sofá y encaminarme hacia Christopher, que tiene una venda alrededor de su abdomen mientras su pecho está desnudo

—Christopher, ¿Qué...?—noto que la mano sobre su venda trae un anillo dorado que me hace fruncir el ceño—¿Qué es eso?

—Lindo, ¿No?—Gema levanta su mano mostrándome el anillo plateado con un pequeño diamante

—Fingían ser esposos en la misión—me informa Patrick y me obligo a mostrar naturalidad mientras tomo la mano de Christopher ayudándolo a caminar al sofá

No lo sabía, Christopher nunca me dijo de qué trataba la misión. Ahora entiendo la razón de no hablarme de ello.

—Quizás algún día se vuelva realidad—canturrea Gema y le lanzo una mirada fría a Christopher que aprieta los labios

—Permíteme dudarlo—mascullo

—¿Qué? ¿Miedo de que nunca se case contigo, Kiara?—se burla y me doy la vuelta para encararla—. Han pasado ocho años, Kiara, creo que algo está mal contigo sí Christopher no quiere casarse.

Lo he pensado más de una vez. Christopher nunca ha hablado de matrimonio o compromiso, ni siquiera cuando quedé embarazada de nuestro hijo. Nunca lo hizo y siempre me pregunté la razón de que no lo hiciera.

—¿Tú vas a decirme que algo malo pasa conmigo?—me burlo—. No eres más que una loca, Gema, y si crees que el va a casarse contigo entonces lo estás más de lo que creí.

Puede que no haya pensado en casarse conmigo, pero tengo claro que si no lo ha hecho conmigo, tampoco lo hará con Gema.

—Ocho años, Kiara—ríe—. Parece que no tienes material de esposa, solo eres la amante ideal, la que le sacia las ganas...

—La madre de su hijo—agrego y aprieta la mandíbula—, la única mujer que lo conoce—me burlo

Puede decir lo que quiera y dolerme, pero jamás voy a darle la satisfacción de hacerle saber que toca un punto sensible. Primero muerta.

»A nosotros nos une el destino, Gema—la miro a los ojos notando su furia—. Nunca podrás lograr que él te ame como me ama a mi.

—¿Me estás retando?

—No—me lamo los labios—. ¿Sabes cuántas más han creído que pueden ocupar mi lugar?—la miro con diversión—, muchas, pero siempre termina en el mismo lugar, a mi lado.

Tomo un mechón de su cabello y juego con el mientras ella empieza a respirar agitada y sus ojos se llenan de lágrimas.

»La primera vez que lo besaste, ¿recuerdas?—ella traga y sé perfectamente que lo hace, fue hace dos años—, luego de eso fue a casa conmigo, me folló  recordándome que él era mío.

Es la realidad. Gema se le declaró mientras estaba borracha hace dos años y Christopher no hizo más que ir a casa conmigo y follarme hasta que nuestros cuerpos no pudieron más.