El Vagabundo Y El Cachorro

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-Como ya les había contado, en mi tiempo en estados unidos hice de todo, obviamente, siempre tenía mis limites, pero eso no evitaba que no le daba importancia a lo que me pasara-

-¿A dónde quiero llegar? Bueno, el hambre muchas veces llega a ser horrible, ese día un hombre llegó a un bar; en donde estaba participando en unas peleas por apuesto, el estaba buscando a un hombre de cierta complexión para remplazar a un luchador en un show, debido a que este último se había ido de fiesta y estaba tan ido como Nia luego de unas cervezas-

-Eran 25 dólares por recibir un par de golpes, no me pude negar, no era dinero de apuesta, era dinero asegurado, eso era una oportunidad de oro-

-Ya era de esperar, me reacomodaron los huesos como si fuese a un quiropráctico, estaba más que adolorido cuando terminé, pero oye, eran 25 dólares, con eso podría comer por algunos días-

-Pero aún con todo, hubo algo que no le conté a las chicas, era... demasiado vergonzoso para mí-

-Estaba en el vestidor guardando las cosas que me prestaron para hacer la presentación, pero al lado mío estaban los luchadores de oficio, eso era normal, si no fuese porque ellos estaban arrinconados con la cabeza un tanto agachada, cuando por fin me acerqué lo suficiente, vi que ellos tenían un polvo blanco en la mesa-

-Ellos me habían dicho que podía agarrar si podía, con la excusa de que eso podría ayudar a quitar el dolor que producía estar en el ring-

-No lo sé, por un momento, lo pensé, era una forma perfecta para olvidar todo el mal que me aquejaba, era... tentador-

-Pese a ello, aquel grillo que tengo en mi cabeza finalmente hizo un pequeño eco, tuve que agitar la cabeza a los lados, me negué a la oferta de ellos, podía estar muy jodido, pero hasta yo se que hay algunas cosas de las cuales no hay retorno-

-Finalmente salí de aquel lugar, caminé y caminé por un tiempo, pensaba en irme a dormir al mismo lugar que frecuentaba en mi tiempo en esta ciudad, en esa instancia múltiples cosas pasaban por mi mente, estaba perdido en mis pensamientos-

-Me adentré en un callejón; vaya, parece que los callejones y yo somos unos ex tóxicos, siempre volvíamos el uno al otro-

-En ese callejón me frené en seco nada más mi campo de visión se había aclarado... en ese callejón-

-Había un niño hurgando entre la basura-

-Por un momento mi corazón se detuvo-

-Por un momento estaba en otro punto del tiempo-

-Por un momento se me olvidó todo problema que tenía relacionado a Tohka-

-Antes que me arremedan por lo que hice, les quiero decir que es lo que vi en sus ojos en aquel momento que intercambiamos miradas-

-Creo que ustedes podrían comprenderme, fui huérfano, durante años tuve una espinita que me daba un malestar enorme, yo... sentía que había sido desechado por mis padres, durante mucho tiempo, pese a que mi mamá Haruko se haya esforzado, nunca pudo cubrir ese vacío que tenía en mi corazón, hubo un tiempo en donde yo lloraba pidiendo una explicación de porque me habían abandonado, le rogaba al cielo, le pedía que me respondiera, pero, no hubo respuesta alguna-

-No pude evitar verme reflejado en ese niño, alguien solo en el mundo, tan débil y frágil como yo en su momento, la sensación de miedo que sentía al estar solo fue algo que me carcomía en mi infancia y bueno... supongo que, quería evitar que alguien sintiese lo mismo-

-Cuando ya estaba cerca del niño, este dio tres pasos para atrás, pero lo que hice en respuesta fue agacharme para ponerme a su nivel, lo hice ya que eso es lo que hacía mí mamá Haruko cuando hablaba conmigo desde que llegué a la familia-

Date A Live: Pecados Del PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora