Alexandra Martínez, una cantante y actriz joven y popular que es llamada para cantar en el medio tiempo de la Super Bowl allí se encontrará con Marshall Mathers, el famoso Eminem y empezará su montaña rusa amorosa.
Dos polos opuestos, que quemarían...
Estaba en el estudio de mi casa mirando el anillo de compromiso que había comprado hace a penas unas horas, ni si quiera se por que lo compré, a quien quiero engañar si se por que lo hice, por que quiero todo con Alex.
Me froté la barba con la mano mientras movía el anillo de un lado a otro examinandolo. Cuando fui a la tienda esta tarde le dije a la chica que me enseñara los anillos más caros que tenían y cuando vi a este pequeño amigo supe que era para ella.
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No creo en el matrimonio, solo es un paripe que se hace para la fiesta, pero hasta hace menos de un año antes de conocer a Alex tampoco creía en el amor, se lo quería dar pero no sabía si era el momento adequado...
Escuche unos tacones acercándose así que guardé el anillo en la caja y lo guardé en el último cajón de la mesa debajo de todos los papeles que habían, cuando acabé de cerrar el cajón Alex abrió la puerta.
Llevaba un vestido blanco de seda ceñido al cuerpo con tirantes finos con el pelo suelto y maquillaje natural, se me hizo la boca agua con solo verla. Hoy era su cumpleaños, cumplía 29 y en un rato se iría de fiesta con mis hijas a celebrarlo, me intentó convencer para ir, pero no quería salir hasta tarde en un bar rodeado de alcohol, llevaba sobrio muchos años y lo llevaba bien pero la tentación estaba ahí, parece que lo entendió y no insistió más en el tema.
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Silvé "Fiuuu Fiuuuuu" a lo que ella río y dio una vuelta de cuerpo entero
Me recosté en la silla y me mordí el labio, se acercó y se sentó de lado en mi regazo, me acarició la barba y unió nuestros labios en un suave beso que yo me encargué de hacerlo más apasionado, moviendo mi lengua dentro de su boca y su lengua moviéndose con la mía en sincronía.
Mis manos acariciaron los costados de su cuerpo sintiendo la seda en mis dedos, me separé del beso a regañadientes y le coloqué un mechon de pelo detrás de la oreja viendo sus mejillas sonrojadas y sus labios hinchados, cogí una caja de tercipelo rectangular que tenía en el cajón y se la entregué.
La cogió y me miró divertida "Que es esto?" preguntó examinandola
"Tu regalo de cumpleaños, a que esperas? ábrelo" sonrió y la abrió
