Algunas veces juzgamos a quienes no debemos, una persona siempre tendrá diferentes caras y filtros en distintas situaciones.
- Alguna vez fuiste sincero.
- No sabría que decir a eso.
No todos son sincero, pero eso no lo vuelve en su totalidad un men...
Caminaba con las manos en el bolsillo y con la gorra de su suerte en su cabeza, quería ocultar la herida que She Li le provocó.
Todos lo caracterizaban por tener heridas de peleas, no era algo falso pero tampoco era muy verdadero al cien porciento, si tenía heridas que eran a causa de las peleas que tiene pero algunas son porque casi siempre tenía dolorosos accidentes.
" Seguramente se volvió a meter en alguna pelea "
" No te acerques a el, es una persona peligrosa "
" Me enteré que se volvió a pelear con alguien afuera de la escuela "
- Malditos perros... Ni siquiera disimulan - Gruño levemente.
- En eso tienes mucha razón - Dijo una voz grave detrás de el.
Su cola y sus orejas se tensaron, mientras dejaba salir unos gruñidos por el repentino interrumpiendo.
- Que tiernos gruñidos - Sonrió con burla el más alto.
- Maldito en qué momento te me acercaste.
- Cuando estabas maldiciendo a todo el mundo.
- Tks. - Dió vuelta y volvió a caminar.
- Siempre eres así de amable por las mañanas - Lo siguió.
- Si son con idiotas con los que me topo como tú... Entonces si.
- Que halagador.
- Piérdete idiota.
- Me iré si me dices tu nombre.
- Somos cercanos acaso?... No, asi que alejate.
- No me iré entonces - Demando.
- Agh... Me llamo Mo Guan Shan... Feliz.
El pelinegro borro su sonrisa, su rostro se volvió serio y se quedó un poco en shock por el nombre del pelirrojo.
"Eso significaba que el fue el que vio el cuerpo" pensó.
- Oye... Oye tú idiota.
Salió de sus pensamientos para prestarle atención al más bajo.
- Que sucede.
- Que te paso.. Acaso el ratón te comió la lengua... Ya te dije mi nombre así que déjame en paz - Se alejó del pelinegro.
Mientras tanto He Tian estaba en un dilema, ese gato sabía lo que pasó esa noche, tendrá que idear un plan por si acaso el mismo hablaba sobre lo ocurrido esa noche a las autoridades.
Aunque Mo nunca vio lo que le hizo al bisonte, era mejor estar seguros y no arriesgarse.
Si su hermano se entera que dejó que una persona viera la escena, seguramente el mismo irá por el testigo y acabará por sus propias manos al pelirrojo.
Prefiere ser el quien se encarga del testigo y no su hermano.
- Ojalá que esa noche nunca hubieras visto nada.... Me tendré que encargar de ti.
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