VIII

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Con cuidado se encarga de limpiar con agua limpia y semi caliente, escuchando los pequeños sollozos que este emanaba poco a poco ante el dolor que sentía en su piel.

Ríe al ver la alegría que este emanaba a pesar de ser un pequeño retoño que acababa de nacer, suspira tan tranquilo al tenerlo cerca de él, disfrutando este pequeño y agradable momento, jamás había pensado o planeado el hecho de que terminaría siendo papa/ mama a la vez que su propio cuerpo le daría la oportunidad de crear un pequeño ser que dependería de el de ahora en adelante hasta que fuera mayor.

- Sé que no tendré mucho tiempo para estar contigo, mi corazón de padre-madre me lo dice, algo pasara, pero aun si eso llega a pasar hare lo que este en mis manos con tal de que estés con vida, y que sigas adelante, no tengo el corazón para dejar sufrir a mi propio hijo.

Perdóname por todo pequeño, sé que este no fue el mejor momento para que llegaras a la vida, y menos de esta manera, pero le agradezco eternamente a dios, que me dieras la oportunidad de conocerte, aunque sea un poco - Susurra mientras sostiene una de las pequeñas manos de su pequeño sintiendo las lágrimas recorrerle las mejillas.

No siendo capaz de poder sobrellevar tantas emociones, termina rompiendo en llanto, mientras veía la carita de su bebe quien le sonreía de manera tan pura que era adorable de ver como esta no se imaginaba lo que pasaba a su alrededor.

- Dios esto no puede ser real, debe ser algún tipo de sueño, jamás pensé que algo como esto podría llegar a pasar, pero no me arrepiento de que esto terminara pasando - Susurraba mientras escuchaba las pequeñas risillas de su pequeño.

- Sumiko, te llamaras Sumiko serás un halo de luz que brindara paz y tranquilidad sobre aquellos que te conozcan, y demostraras que las cosas se pueden conseguir si te lo propones - Fueron sus palabras.

Antes del momento justo en que la puerta de su casa fue rota de un solo golpe escuchando en el justo momento los gritos restrillados de aquellos soldados.


Rompiendo y gritando cosas que no comprendía aparecen golpeando y rompiendo todo a su paso, y yo apenas intento ocultar a mi pequeño hijo.

Los gritos asustados de su bebé lo desconcentran, pero a la vez, lo llena de valor con tal de poder salvarlo.

Comienza a forcejear con uno de ellos, quien intenta arrebatarle a su bebe de sus brazos, muerde y grita todo lo que puede con tal de poder evitar que le quiten a su hijo, era lo único que le quedaba y no podía darse el lujo de permitirse que se lo quitaran también.

No debía permitir que se lo llevaran, no a él era lo único bueno que le quedaba en este mundo.

- No, te lo ruego, no toques a mi hijo - Grito mientras recibo un contundente golpe en el pecho.

Sacándome el aire en el proceso, pero no queriendo soltar a mi hijo a pesar del dolor que sentía.

- Cállate la boca maldita rata, no hagas que pierda la paciencia - Grita uno de los hombres.

Aun a pesar de tratar de evitarlo, no consigo que me arrebaten a mi hijo de mis manos por más tiempo más, y consiguiendo lo que quiere nuevamente este hombre comienza a golpearme con mayor fuerza rompiendo mi nariz en el proceso.

- Detente por favor me duele mucho - Grito retorciéndome de dolor.

- ¿Crees que eso me importa un poco? - Escupe ese tipo.

Recibiendo uno y mil golpes que me quitaban el aire, el llanto de mi bebe solo me desespera y me hacía que quisiera zafarme del agarre.

Uno de ellos dice algo en su idioma que no entiendo, pero el que sostenía a mi hijo sale de la habitación con él entre sus manos, y siento que me falta el aire y grito desesperado para que me regrese a mi bebé.

Melody (UzuTan) [KNY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora