III. Negacion

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El agua fría de la regadera recorre mi cuerpo desnudo haciéndome sentir de alguna forma más relajada que de costumbre. Me inclino un instante para sentir mi pantorrilla y apenas es perceptible esa cicatriz del desgarre que me generó Miguel.

"Quizá mi regeneración sea más rápida que la de un Spiderman promedio, pero... no soy inmune a las cicatrices".

Jadeo algo fastidiada notando como de la punta de mis pies hasta mi cintura comienza a extenderse una delgada línea roja. Confundida trato de tallarla con fuerza con la burda esperanza de que desaparezca pero ahora parece una marca que será partícipe de mi cuerpo.  

Salgo de la ducha aún con el cabello húmedo colocándome mis viejos jeans junto a una playera de tirantes azul y la misma sudadera gris. Aún de pie me detengo un instante para ver con atención la ventana de mi habitación.

"La luz solar de esta lugar es más falsa que nada. ¿Tierra futurista?... que estupido"

Arrastrando mis pies descalzos me coloco mis viejas pantuflas de gatito que alguna vez me llego a regalar mi padre. Dejo escapar un suspiro melancólico dando una amarga sonrisa, animándome a caminar en dirección a la puerta de salida.

Al momento de girar el picaporte veo a millones de Spidermans cubrir todas las habitaciones, abarcando el techo, las paredes, el suelo, incluso unos columpiándose como niños pequeños.

"Así que... no soy igual a todos ellos..."

Fastidiada y algo molesta me doy la vuelta para volver a encerrarme en mi habitación sintiendo como alguien jala mi brazo de forma repentina. Por instinto retrocedo arrebatando su agarre casi al instante.

— Oh!... lo siento niña, no quería asustarte, me enteré que eres nueva aquí así que quise venir a saludarte.

Miro confundida a aquel Spiderman mal vestido que lleva consigo a una niña pequeña pelirroja en sus brazos mientras utiliza una bata rosa y pantuflas azules. Lo miro de pies a cabeza con rostro molesto.

"Que horrible conjunto de ropa"

— Disculpa... como la mayoría del tiempo e estado con Miguel mi reacción es más a la defensiva

— Jajaja ese Miguel, es así con todos no te preocupes pero ya conociéndolo en el fondo es como todos nosotros solo que un poco... incomprendido— Comienza a reír con fuerza — Ella es Mayday

Bajo la mirada a aquella pequeña niña de rizos pelirrojos que me mira sonriente mientras extiende los brazos emocionada  dejando escapar pequeños lazos de telaraña.

— Yo sé que no fue la mejor idea en darle un dispensador de telaraña a su edad pero solo mírala. ¿Te gustaría cargarla?... deberías cargarla es rejuvenecedor

Peter se acerca emocionado extendiéndome a Mayday con mucha insistencia. No puedo evitar reírme al ver su profunda insistencia en abrazar a su hija.
Sin hacerlo esperar más me inclino levemente cargando a Mayday abrazándola con mucho cuidado. Puedo sentir sus suaves rizos rojos al igual que su piel suavecita haciéndome sentir de alguna forma más tranquila.

— Verdad ¿Que es rejuvenecedor?

— Si que lo es— Accedo dejando escapar una pequeña risa

— Por lo que veo Miguel no te a dado un Gizmo

— ¿Gizmo?

— Si...— Da una leve pausa señalando el brazalete de su muñeca — El brazalete que tenemos todos para ir a otra dimensión, al parecer aún no te lo dan

— Al parecer no...

Dejo de abrazar Mayday extendiéndosela de regreso notando como me deja con los brazos extendidos mientras me toma una fotografía sin previo aviso para después sostenerla con mucha emoción y felicidad, colocándola en su pequeña cangurera de bebé.

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⏰ Última actualización: Jul 14, 2023 ⏰

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