Una noche más, qué decepción. ¿Cómo puedo empezar así? Todo está claro, han pasado tantas noches, tantos días sola en los que me culpaba, pensaba que era cosa mía, que me estaba aferrando, que era yo la que estaba mal, que estaba forzando las situaciones, que, que....¡Mentira! ¡Todo son mentiras! ¡Qué amarga es la verdad! Ya no quiero saber nada más...
Yo también me estaba apagando, yo también sentía remordimiento, remordimiento por todo. Una culpa artificial, diseñada intencionalmente para encajar. Qué creer, qué rechazar, qué conservar... Cómo seguir adelante cuando has decepcionado a la gente y la vista de aquello en lo que tanto confiaba cambia.
¿En qué momento la hipocresía llegó a su punto más alto? ¿Por quién seguiré luchando? ¿Con qué esperanza? ¿Con qué bases?
Nombres, promesas, fechas, dolores y penas.
¿Por qué Dios, por qué estos momentos de mayor felicidad para mí?Amor, que te has convertido en un arma de doble filo...
Dios, ayúdame a continuar. Lo necesito desesperadamente, porque de otra manera no puedo vivir. ¿Qué debería decir? ¡Que estúpida! Una explosión lo vuela todo lo construido en arena. Y estaba asustada, dudé, no puedo confiar más.
¿Por qué debería seguir creyendo?