7

3 0 0
                                    

Después de haber pasado lo de anoche, en el trabajo Hyori me ignoró por completo, como si no existiera ¿Será que la incomodé? No creo, se veía bastante contenta con mi dibujo como para estar ignorándome.

—¡Jeon! ¡Te estoy llamando!

—¿Ah? —salí de mi viaje astral tras oír la voz de mi jefe a mis espaldas. — ¿Sí, jefe? ¿Sucedió algo?

—¿Qué es esa mancha en el suelo? —agarra mi oreja y comienza a estirar de ella.— ¿No te dije que debes limpiar todo correctamente? ¡Puedo enfermarme! —tiene una severa fobia a los gérmenes.

—¡Ay! ¡Pero si este no es mi turno, simplemente estoy en mi hora de descanso! ¡Auch! —soltó mi oreja tras oírme. Un poco avergonzado se acomodó el traje fingiendo que no sucedió nada.

—Ah. Bueno... pero que no vuelva a suceder. —me dio la espalda y se dirigió al que realmente debían culpar. — ¡Martín!

Me levanté de mi asiento ya que había terminado mi almuerzo y mis compañeros ya me estaban echando porque según dicen, necesitan mi mesa. Patrañas. Igual tuve que esperar afuera.

En pocas horas ya comenzaba mi turno y todavía no había presencia de Hyori. Desde que estoy aquí, ella siempre a sido puntual ¿Le habrá pasado algo? ¿Le habrá contado a su papá? Tengo miedo.

En mi horario, parezco preocupado por la desaparición repentina de Hyori, pasaba el trapeador lentamente por los pisos entristecido, sin embargo, algo me saca de mi trance... un golpe seco de una bandeja de comida contra el suelo. Lo que faltaba.

—Me va a retar Namjoon si no lo limpio...—susurré.

—Lo siento mucho... mi hijo sin querer tiró su comida... —se disculpó el padre del niño haciendo reverencia. Noté como disimuladamente presionaba el hombro del chico.

—Está bien. Yo limpiaré esto. —No muy contento pero le respondo serio. Miro al infante que estaba por soltar una enorme lágrima. Me pongo en cuclillas para estar a su altura.— Niño, no te preocupes, ahora les diré a los de la cocina que te den otro plato de comida ¿Querés? —asintió repetidas veces, su papá me agradeció mientras me levantaba. Suavizó su agarre del hombro.

Ya eran las seis de la tarde, escucho la puerta de la entrada abrirse, haciendo sonar la pequeña campana. Al girar mi rostro era nadie más y nadie menos que Hyori. Emocionado como un perrito que ve a su dueño luego de un largo día caminé rápido hacia ella, quería abrazarla, pero más que seguro que se sentiría muy incómoda.

—¿Por qué recién llegas? ¿No sabes que me preocupé mucho por ti? —tomo de sus hombros mirándola entristecido haciendo un puchero.

—Ey, ey, bájale a tu nivel de confianza. Fuiste muy confianzudo anoche... —confiesa en un susurro, luego hace una pausa.— Quise evitarte hoy, pero mi padre no dejaba de insistir de que venga. —me observa arqueando una ceja.— ¿Desde cuándo te preocupas por mí? 

—Buena pregunta... no sé. —sus ojos se dirigen hacia mis manos, debía quitarlas.— Perdón... ¿Querés merendar algo? Te lo preparo si es algo que deseas.

—Eh, no gracias. Ya comí. —comenzó a caminar rápido hacia los delantales.

—¿Cómo se te ocurre rechazar tal increíble propuesta? —dije decepcionado. Ella ni se inmutó, creo que prefiere ignorarme...

Estuve por el resto de la tarde atento a ella, si necesitaba ayuda, iba yo rápido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estuve por el resto de la tarde atento a ella, si necesitaba ayuda, iba yo rápido. Si se le estaba por caer algo, me deslizaba por el suelo y lo atrapaba, sin mencionar que antes era un buen jugador de volleyball. Así incontable de veces, espero que no se note que ella me gusta. Hubo momentos que ella quiso abofetearme frente de todos, pero se contuvo ya que había una gran cantidad de personas observando.

Cuando quería hablar con ella, se hacía la sorda, la ciega o me esquivaba directamente, ¿tan mal le caigo? 

—¡Holaa! Eu, ¿por qué me andás ignorando tanto? ¿Ya te caí mal?

—Sí.

—¿Cómo que "sí"? 

—Y sí, ¿Qué más querés? —toma la bandeja de comida que estaba en el mostrador y lo dirige a una mesa. Yo la sigo.

—No podés responder sólo eso, tenés que decirme algo más.

—Algo más. —baja los platos de la bandeja hacia la mesa.

—Ja, que chistosa. —rodeo mis ojos.— Ya decime~ —la sigo por detrás caminando lentamente como si cargara mucho peso sobre mis hombros.

—Que pesado, ¿No tenés que trabajar? Limpiá los vidrios para desaburrirte.

—No, de eso se encarga el otro. ¿No me vas a decir? Que mal. Y yo que te iba a dar un dibujito especialmente hecho por mí. —cierro los ojos como dramático mientras cruzo mis brazos. La miro abriendo muy poco los párpados. Parece ignorarme.— Incluso te iba a dejar algo de dinero.

—¿De cuánto estamos hablando?

—¡Ja! ¡Sí me prestabas atención!

—Y sí. ¿Quién no podría evitar escuchar a semejante parlanchín?

—Me ofendés. —giro mi torso hacia un lado creando una escena dramática.

—¿Y la plata? Yo quiero plata.

—Yo también quiero plata. —creo una pausa inquietante.— Pero te quiero más a vos. —le lanzo un beso.

—A veces me haces pasar vergüenza. Lo sabes ¿no? Te voy a pegar.

—No gracias, prefiero vivir. Tomá, acá tenés, cien pesos.

—¿Y yo qué hago con cien pesos? ¿No viste cómo está la economía hoy en día?

—No sé... ¿una coca podrías comprar?

—Ja... y mirá... si estamos hablando de la blanca, no llego ni para un gramo...

—¿Y vos cómo sabés eso? —la observé atentamente de arriba a abajo.

—Eh... mi tío anduvo en cosas raras... 

—Ajá... si llegás a tener, no te olvides de compartirme... digo... ujum... no...

—Dios... no sé como tus padres te aguantan...

—Yo tampoco sé... es un misterio...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 21, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Rᴇsᴛᴀᴜʀᴀɴᴛᴇ ᴅᴇ ʟᴏs '70 [𝐽𝑒𝑜𝑛 𝐽𝑢𝑛𝑔𝑘𝑜𝑜𝑘 - 𝐵𝑇𝑆]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora