Huyendo del Viejo Sabroso [PAUSADO]

Capítulo 68

El Rey del Juego finalmente se fue y Lu Mingshi se llenó de alegría. Sintió que su decisión de hacer que Gu Yixin jugara a las cartas con el Rey del Juego fue perfecta.

Sin embargo, Lu Mingshi no sabía que el impacto de su decisión era mucho más que eso.

Después de que el camarada Rey del Juego regresó, estuvo deprimido durante varios días. No pensó en el té y el arroz y se negó a ir al hospital y ver a un psiquiatra. Se encerró en su casa durante muchos días.

An Luoyu y las 18 concubinas del Rey del Juego vigilaban su puerta.

Todos estaban muy ansiosos.

La esposa mayor ya había perdido su amor por su esposo. Pero en estos pocos años, ella siempre ha sido un poco cariñosa y ha recitado algunas palabras de Buda para él.

La relación entre la séptima esposa y la octava esposa era extremadamente buena. Se reúnen en secreto en la clandestinidad y discuten cómo cooperar para ganar un poco más de herencia y luego unir sus manos para fugarse a la luna.

En cuanto a las esposas decimoséptima y decimoctava que eran más jóvenes, uno de sus ojos brillaba con lágrimas y distraído, mientras que el otro casi escribía "alegría" en su rostro, deseando dividir la propiedad familiar de inmediato y regresar a Gao Lao Zhuang*.

[N/T: Es el nombre de un lugar en una historia]

La aparición de Gu Yixin anuló la creencia en la que el Rey del Juego había confiado durante muchos años, dejándolo inquieto.

¿Hay alguna manera de cambiar esta situación?

Como dice el refrán, o cambia el mundo o cámbiate a ti mismo.

Y el Rey del Juego obviamente no era el tipo de persona que se cambió a sí mismo.

Entonces, después de sentarse en silencio durante tres días, eligió el camino más miserable.

Quería eliminar a Gu Yixin, este elemento inestable, y hacer que el mundo volviera a la apariencia con la que estaba familiarizado.

Todos los invitados fueron despedidos después del banquete de luna llena.

Lin Rui y Wei Junshan salieron por la puerta principal de la residencia Lu. Lin Rui reflexionó en su corazón si había olvidado algo.

Pero, ¿qué olvidó?

Realmente no podía recordar.

Lin Rui negó con la cabeza y se subió a su auto de lujo que valía 30 millones.

Pero Wei Junshan se apoyó en su automóvil de lujo que valía 80 millones y miró a Lu Mingshi que saludaba a los invitados que se iban desde lejos.

En este momento, Gu Yixin pasó con su bebé en brazos y vio que solo Wei Junshan todavía estaba parado aquí aturdido. Así que cortésmente lo llamó: "Sr. Wei".

Wei Junshan miró a Gu Yixin que sostenía al niño, de un humor complicado.

Lu Mingshi, ¡en realidad dejaste al hombre que amaba pero no pude llegar a ser el padrastro del hijo de otra persona!

Wei Junshan miró a Gu Yixin y pensó con tristeza. No eres realmente feliz.

Tan pronto como se emocionó, el presidente Wei no pudo evitar decir con voz ronca: "Realmente amo tanto a Lu Mingshi. ¿Tanto es así que incluso puedes reconocer al niño que tuvo con otra persona?"

¿Cómo es él mejor que yo?

Gu Yixin miró a Jiu Jin y dijo, perplejo: "Sr. Wei, este es mi hijo".

Wei Junshan no podía creerlo, "¿Cómo es posible, este niño se ve exactamente como Lu Mingshi? No importa cómo lo mires, él es su hijo. ¡Cómo podría ser tu hijo!"