Capítulo XIII

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Estabas ahí,
con la luz del sol atardeciendo,
y la brisa ondeando tu bonito pelo.

Tus ojos felices, centelleando
mientras me mirabas y me hablabas
de alguna anécdota.

Mi corazón acelerado al pensar en
lo captada que me tenías,
y lo mucho que deseaba permanecer
en ese mismo instante.

Las cartas regadas por la toalla
con tu ceño fruncido
y tu irreconocible mal perder,
con la risa atorada en mi garganta.

Mis uñas de gel acariciando
tu bonita mano mientras veía tus párpados
cerrarse a la par de besar tu rostro.

Quejarte de mi mal gusto musical
era de tus aficiones favoritas
y sonreír porque te pillaba cantando.

Tu coche siendo uno de nuestros refugios favoritos,
donde miles de recuerdos nacieron.
Pero tus brazos siendo siempre
mi lugar seguro,
sintiendo tu corazón palpitar
y tu respiración leve sobre mi cara.

Sueños fundados en el relato de
nuestras experiencias,
y la magia de imaginar a dónde volarán aquellos.

Mil besos que recorrían tu piel
y centenas de cosquillas al rozarme con tu barba, que pasaban tras acariciarte y
profesar mi profunda admiración
y amor hacia ti.

Y hacia el último rayo del sol,
lanzar un suspiro tras
robarte el primer beso de la noche.

-Mery Garcie.

Lágrimas agotadas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora