Akzel ya tenía 5 años. Se habían comprado una casa con agradables vecinos cerca. Él se hizo amigo de un niño llamad Rafael, alegre y divertido, siempre ayudaba a su amigo. Él era igual que sus padres, los cuales también se amigaron de los de tutores de Akzel.
Akzel ya tenía 7 años. Su padre sufrió un accidente automovilístico. Intentó frenar en una esquina y se estrelló contra el muro de una tienda, hiriendo a 2 personas y matando 1 niño. Quedó internado en el hospital. Aunque un hombre se quejó de la muerte de su hijo, el único que murió en el accidente. Él juró venganza.
Ya habían pasado 3 meses y su padre había salido del hospital. Akzel y su madre le recibieron con los brazos abiertos y una gran sonrisa en la sala de espera. Los 3 salían muy felices del lugar. Akzel decía que quería ir al parque de diversiones. Desgraciadamente no irían todos. Un auto atropelló con tal brutalidad a su padre que lo mató en el acto. Su madre cubrió los ojos de su hijo y llamó a los paramédicos, pero ya era tarde. Él quedó con un trauma en su cabeza que jamás podría olvidar. Y lo peor de todo, fue que el vehículo no se detuvo a ver lo que causó, solo siguió su camino como si nada.
Al llegar a la puerta de su casa, su madre entró primero, pero Akzel se quedó pensando en la puerta en todo lo que no pudo hacer con su padre.
Akzel se levantó del suelo y entró a su hogar. Aunque se sentía más vacío con su reciente perdida. Él vio como su madre portaba una foto de él en sus brazos mientras lloraba. Él en vez de ir con ella subió a su cuarto y se encerró en el mismo. Solo saldría para comer e ir al baño.
Akzel al entrar a su casa, vio que su madre estaba con otro hombre. Ella le explicó que él la había ayudado a superar todo. El hombre miraba al niño con lo que parece una sonrisa falsa, como si no lo quisiera pero se contuviese a la vez. Cenaron los 3 juntos. Al terminar el hombre se despidió, pero antes de irse le dijo a Akzel al oído, sin que su madre le escuchara:
-Te reencontraras con él dentro de un largo tiempo.
Akzel confundido por aquellas palabras lo saluda igualmente, ignorándolas. Subió a su cuarto para acostarse, ya estaba cansado de tanto jugar. Pero las palabras de aquel hombre retumbaban en su cabeza.
Akzel ya tenía 9 años. Le iba bien en la escuela, calificaciones altas y buenos amigos. El mismo hombre seguía visitando a su madre y a él, aunque era más "cariñoso" con ella. Parecía que volvió a enamorarse.
Después de tiempo le comento su mamá: el señor Venisio y yo nos casaremos.
Contestó con algo de entusiasmo.
Akzel no sabía que pensar, si estar feliz, o algo "triste". A pesar de que él le trajera algunos regalos, solo era para que su madre creyera que lo amaba. Igualmente, parece que todo iba a ir bien desde aquel accidente. Una vida aunque sea normal.
Pasó una 1 semana desde el anuncio de su madre. Había llegado el gran día, la boda. Akzel ya tenía 10 años, ya que su cumpleaños fue unos días antes de la misma, pero Venisio le regaló solamente un coche de juguete, de las docenas que le había regalado antes. Llevaba unas elegantes prendas.
Venisio esperaba en el altar a su esposa. Ella apareció, y llevaba una vestido blanco. Aunque no se veía muy bien, parecía estar enferma, se tocaba el estomago. Habían comido algo salado antes de llegar a la iglesia.
El monje ya había recitado las palabras, y finalmente dijo que pueden besarse. Venisio miraba mucho el reloj antes del beso. Y cuando estaba por besarla, ella cayó al suelo. Todos se desesperaron. Inmediatamente llamaron a la ambulancia. Esta llegó pasados 3 minutos. Se la llevaron de urgencia al hospital.
Pasaron 3 días, y llegaron noticias que devastarían a la familia y vecinos. Ella murió por cáncer de estomago. La comida tenía demasiada sal y eso le provocó el cáncer. Su familia quedó arruinada. Como si hubieran nacido para ese destino.