𝐆𝐞𝐨𝐫𝐠𝐞 𝐋𝐢𝐬𝐭𝐢𝐧𝐠 - 𝐄𝐧 𝐞𝐥 𝐛𝐚𝐧̃𝐨, 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞 𝟐

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Ambos chicos se encerraron en un cubículo perteneciente al baño de varones. Tomaron la decisión de hacerlo allí, ya que, en los baños pertenecientes al género masculino no era novedad escuchar o ser testigo de ése tipo de cosas.

Una vez dentro, George atacó los labios de su amada nuevamente, apretando con algo de fuerza la cintura de su chica otra vez, obteniendo el mismo resultado que tuvo hace poco. El chico la tomó de los muslos, levantando su cuerpo de forma leve para después cargarla mientras besaba con desesperación su cuello.

Camile soltaba pequeños jadeos en reacción a los estímulos que le otorgaba su novio, a pesar de que los brazos fuertes del contrario la sostenían, ella sentía sus piernas flaquear y debido a esto se aferraba a los hombros de él. Sentía cosquilleos por todo su cuerpo con cada beso repartido en diferentes partes de su cuerpo - Ah~ George~-

Para éste punto el miembro de George estaba tan erecto que dolía, sentia que en cualquier momento traspasaría la tela del pantalón y todo gracias a la sensual chica que llevaba como novia. Llevó sus manos al trasero de la chica, el cuál era cubierto solamente por un fino interior debajo de su falda. Camile gimio, sintiendo el apretón en sus glúteos y, seguido de ésto, la mano de su novio introduciéndose dentro de su ropa interior.

George la notó desesperada, y fue entonces cuando, yá teniendo un mejor acceso a la intimidad de su novia, introdujo dos de sus dedos en su interior. Ella gemía en respuesta mientras se removia sobre el cuerpo de su novio, buscando de forma inconciente más que un roce y dedos.

George entonces desabrochó sus pantalones y los bajó de una sola junto con sus bóxers, dejando al descubierto su pene. Camile no lo vió, pero lo sintió, sintió cómo rozaba sus paredes vaginales y sintió cómo el mismo se introducía en ella con suavidad. Éste acto provocó que ambos gimieran sobre los labios del otro mientras pegaban sus cuerpos semi vestidos todavía más.

George comenzó a moverse, metiendo y sacando su miembro a una velocidad normal, ni muy rápida, ni muy lenta. Él quería compensar, aunque fuera en un baño, el tiempo que la había descuidado, los días que no se dignaba en textearle ni siquiera un mensaje debido a su falta de tiempo.

Aumentó las embestidas y la velocidad de éstas, provocando que la humedad en ambos cuerpos incrementara y que las reacciones de su chica fueran más fuertes. - Aaah~ Joder~ -

El gemía también, le resultaba imposible no hacerlo teniendo a semejante preciosidad en ese estado, sudando, con los labios entreabiertos y su cuerpo teniendo leves espasmos debido a lo placentera que le resultaba la penetración. Sintió su vientre revolverse de forma leve, a punto de soltar aquel fluido color blanco que daría fin al acto sexual que mantenía actualmente, y apretó a Camile contra el todavía más. Aumentó entonces sus movimientos, buscando más profundidad en la chica, provocando espasmos en la contraria, quién también estaba a nada de venirse.

Camile llegó al clímax primero, arqueando la espalda y golpeando sin querer su cabeza en la pared del cubículo. Éste acto de torpeza provocó que George soltara su esperma entre carcajadas. La chica también reía, una de sus manos se había dirigido a la parte trasera de su cráneo, el golpe había resultado ser más fuerte de lo que pensaban, Camile empezó a notar cómo se le formaba un chichón en la cabeza.

George salió de ella, limpiandose cómo pudo y arreglando su ropa, Camile hizo lo mismo, pero con algo más de lentitud. Sentía cómo su cabeza palpitaba con fuerza y aquella hinchazón en la parte craneal le causaba todavía más dolor. A pesar de esto, George no dejaba de reír, si algo tenían en común, eso era su torpeza, pero nunca imaginó que llegara a éste tipo de situaciones.

Salieron del cubículo, disimulando un poco al cruzarse con un maestro que pasaba por ahí, para finalmente dejarse momentáneamente. - Cuando te veré de nuevo? - Preguntó ella, abrazándolo por el cuello, preparándose para despedirlo - Mañana, estaré en casa y cómo dijimos, puedes ayudarme a estudiar -

La chica asintió contenta y dejó un corto beso en los labios de su novio antes de marcharse. George por su parte se quedó allí, observando cómo la chica a la que amaba regresaba a clase. A sus ojos ella era tan perfecta, no pensaba volver a descuidar su relación de esa manera, y por supuesto, el día de mañana no tenía la única intención de estudiar.

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Aquí la segunda parte gente, espero que les haya gustado.

Si les gustó denle apoyo, no olviden comer bien y tomar agüita. Chau ♡

One shots with Tokio Hotel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora