Los hijos de La Nebulosa

07: El plan original

Teniendo en cuenta la situación tampoco había tiempo infinito para poder contarselo todo lo que habían estado haciendo estos años. Habría sido genial y sin duda era lo que todos querían, pero ahora mismo la prioridad era otra, una de la cuál en prácticamente 23 días tendrían que ocuparse ellos mismos.

Era obvia la emoción por estar juntos todos de nuevo, todo eran anécdotas y risas en aquella casa y la verdad nadie quería que ese ambiente se acabase tan pronto, que durase al menos un par de semanas más y que no todo tuviese que ser en ese preciso instante. A pesar de ello todos sabían lo que estaba por pasar, que si te paras a pensarlo no es precisamente poca cosa, es un tema que llega a mayores, tanto así de encontrarse con situaciones extremas.

Lo que venía sucediendo en Swiatlo desde hacía ya siglos no era ya solo una demagogia si no un acto de malevolencia en sí misma. Era insoportable la apatía que mostraba la población de esa ciudad hacia la gente que fue puesta al otro lado de una frontera en contra de su propia voluntad, más pronto caería el gobierno de los magnates.

Ángel estaba sentado en el porche con su hermano, con el cual en un inicio decidió comentar el primer plan que tenían para todo esto, la idea era compleja y requería de ir atando cabos poco a poco, como armar un puzle vaya, solo que este es excesivamente complejo y para colmo tiene piezas ocultas que quizá nunca encuentran.

Es algo lo cuál debían tener sobre la mesa, la posibilidad de fracaso que cada vez aumentaba más según avanzaba el tiempo y seguían separados los unos de los otros. Era importante barajar posibles salidas a un fracaso absoluto que ahora mismo era la opción más probable desde un punto de vista objetivamente lógico.

Cuando terminaron cada uno de exponer sus ideas comenzaron a charlar de la "aventura" que habían tenido hasta el momento todos y, gracias a Azrael salió el tema de ciertooos, romances en ese grupillo. Entre todo lo hablado salió lo del parque de caravanas. Vaya Ángel, me alegro que de todas las personas te guste alguien como Damián, realmente me parece un buen chico. Comentó Gabriel siendo respaldado por Azrael que asentía con la cabeza.

Ángel no sabía donde meterse, por un lado no solía incomodarle hablar de estos temas, pero él siempre llevó el hecho de que le gustasen los hombres como si le gustasen las mujeres. Sin darle excesiva importancia y escapando de los tópicos fáciles, en general era algo que siempre veía que tenían que ocultar otros chicos pero él no. No le importaba lo que otra gente opinase de sus gustos, si escondía algo en público era para no ser ahorcado entre otras cosas.

Candela apareció bastante preocupada con un mapa y todos decidieron atenderla sabiendo que se trataba de algo importante. Ella lo posó en una mesa pequeña que había sacado Gabriel hacía tiempo para poder escribirle cartas desde el banco del porche. Una mesa auxiliar simple, bastante alta y pensada para escribir manuscritos en el estudio de una casa o posada, pero ahora sobre ella se encontraba un mapa de Swiatlo junto a un anuncio que decía lo siguiente.

"El regreso inminente del futuro gobernador, junto a su amante la dama De Santana"

Todos se sorprendieron con aquello que acababan de leer, la alegría era obvia por saber que ellos estaban bien y a salvo, pero la confusión y las ganas de hacer algo invadieron las mentes del grupo inmediatamente.

Azrael miraba al suelo con ojos de decepción, como si acabase de morir estando de pie al igual que Ángel, ambos trataban de imaginar que todo tenía una explicación y que ninguno de esos dos habían jugado con sus sentimientos... De nuevo.

Aún que hayan aparecido, no tenemos mucho tiempo y viendo este anuncio está claro que ellos tienen algún plan, Damián odia a mi padre y pese al hecho de haber cometido una maldad hace relativamente poco tiempo se que eso era la excepción al temer por su propia vida. Dijo Candela segura. Creo que hay que seguir el plan, aunque nos duela tener que dejarlos ahí es lo que tenemos que hacer en estos momentos, a parte nos viene bien que esté allí, pero tenemos que hacerles saber nuestras intenciones antes de continuar con el plan original que teníamos Gabri y yo.