02: Tormenta de ideas

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Era obvio. Quienes fuera que estuviesen tras él se acercaban cada vez más. Podía escuchar cada vez mejor sus respiraciones detrás de suya y aumentaba esa sensación de estar siendo observado. De manera muy descarada agarró una piedra y esperó con toda la paciencia del mundo a tener a esas 2, por ahora, desconocidas presencias lo bastante cerca.

Escuchó un último paso justo detrás suya antes de darse la vuelta y pegarle a uno con la piedra. Cómo era de esperar se trataba de un guardia del magnate, dispuesto a quitarle la vida, su compañero no fue muy difícil de noquear ya que se tropezó con la mala suerte de caer de bruces al suelo.

Ángel tomó lo que parecían ser las llaves de un coche y corrió lo más rápido que le permitían sus piernas por toda la calzada hasta encontrarlo. Se subió y comenzó a conducir hacia donde le habían dicho. ¿Acaso sabía de quien era la carta? ¡No! Pero le importó una mierda elevada al cubo dividida entre menos ochenta y cinco. No tenía muchas más opciones que seguir las indicaciones.

Paró en una estación de servicio y pagó para usar unos minutos el teléfono que estaba disponible en el lugar. ¿Ángel? Estás bien menos mal. Azrael al otro lado del teléfono no podía contener la emoción de oír a su amigo sano y salvo. Hablaron sobre lo sucedido de forma resumida. Azrael y Amanda apuntaron la dirección que les comentó su amigo y hablaron de la hora a la que se reunirían allí. El ahora libre Azrael y Amanda estaban juntos en casa de la chica, pero en seguida salieron corriendo por la puerta dispuestos a encontrar a su amigo y salvar sus vidas. Por cierto, gracias por salvarme. Fue lo último dicho al teléfono.

Ya estaban en el coche del señor De Santana que amablemente se lo dejó. Más o menos les llevaría 3 horas llegar al motel y calcularon que al otro unas 7 horas. ¿Damián está bien?. Preguntó el rubio preocupado por su amigo. No lo se la verdad, se lo llevaron los guardias y no hemos tenido noticias de él desde entonces, pero tal cómo nos describió la carta Ángel es obvio que él está implicado en tu secuestro. La mirada del chico se apagó, provocando que ningún brillo se dejase ver en estos mismos y su alegre mirada de siempre pasase a ser fría y con la expresión de odio más fuerte que te puedas imaginar. No esperé que sería otro de esos, "normaluchos" que viven en Swiatlo, realmente llegué a pensar que era diferente. Miró a su amiga que estaba conduciendo. Cómo tú. Ella se quedó en silencio y centrada por completo en la carretera.

Prácticamente estuvieron en silencio todo el rato hasta llegar al motel y por si acaso, aparcaron en un camping cercano con la idea de quedarse allí un gran rato. Oye Amanda. Dijo Azrael acabando con el silencio que llevaba unas horas vigente. ¿Qué criterio usan en Swiatlo para... Expulsar a gente a la nebulosa?. Ella se sentó en frente suya, lo tomó de las manos a lo que él respondió acariciando el lóbulo de las mano contrarias con el pulgar de manera delicada. Te voy a ser sincera, puede ser cualquier motivo. Empezó a explicar.

El magnate son un grupo de hombres blancos con un supuesto poder divino concedido a sus familias por Dios. Para expulsarte se basan en que tanto les molestes en su estúpida nube constante de poder ilimitado. Ángel y tú nacisteis aquí, pero yo junto con mi familia, fui desechada por la gente de mi propio país. Básicamente se basaron en que padezco un trastorno de atención supuestamente. A la familia de Ángel seguramente la expulsaran en su momento por el color de piel, a la tuya por ser Judíos y a Damián por homosexual.

Menuda mierda de razones. Dijo él chico que había estado atento todo el tiempo a cada una de las palabras. ¿Tú crees que es malo que sea Judío?. Dijo levantándose, la chica imitó el gesto y se abalanzó sobre su amigo para abrazarlo. Por supuesto que no, que más da que seamos cada uno de nosotros, nos queremos y eso es lo que más importa. Tienes razón enana. Los 2 se quedaron abrazándose un largo rato.

Mientras tanto en algún lugar de la carretera. ¡Jodeeeeer! Tengo el sentido de la orientación en el huevo derecho, me acabo de perder en línea recta, seré gilipollas...

Los hijos de La NebulosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora